domingo, 29 de noviembre de 2015

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Cuadro de texto: ROSARIO BÍBLICO
MISTERIOS GLORIOSOS

Cuadro de texto: ROSARIO BÍBLICO
MISTERIOS GLORIOSOS

Cuadro de texto: ROSARIO BÍBLICO
MISTERIOS GLORIOSOS

CULTURA MOCHICA
En el período cultural conocido como Desarrollos Regionales existió en la costa norte del Perú un pueblo poderoso y muy guerrero conocido como la sociedad Mochica
La cultura Moche o Mochica surge y se desarrolla en los siglos I y VII, teniendo como escenario la larga y angosta franja desértica de la costa norte del Perú donde se encuentran los restos de sus templos piramidales, palacios, fortificaciones, obras de irrigación y cementerios que testimonian su alto desarrollo artístico, tecnológico y compleja organización.
Es la cultura más conocida y admirada del Perú. Una de las más representativas del Perú antiguo desde el punto de vista de su expresión artística.
Los elementos de las culturas Cupisnique (“Chavín Costeño”), Salinar, Vicús y Virú se fundieron para formar la gran cultura Moche en sus primeras epocas. Luego de este largo proceso, apareció como una síntesis regional autónoma, con mayores aportes tecnológicos e ideológicos que cualquier otra cultura norcosteña y andina.
UBICACIÓN
La Cultura Mochica tuvo su hábitat en el valle homónimo, desarrollándose entre los territorios de valle de Nepeña al Sur y de Piura al Norte. Ocuparon los valles de la Leche, Lambayeque, Jequetepeque, Chicama, Moche, Virú, Chao, Santa y Nepeña.
Históricamente fue conocida como Protochimú o Chimú Temprano, pero recibió el nombre de Moche tras los descubrimientos en el valle de Moche. También se la denomina Mochica en razón del nombre de la lengua, el muchik, que hablaban sus pobladores.
MOCHICAS NORTEÑOS Y SUREÑOS
Inicialmente se pensó en Moche como en una unidad cultural, pero la división natural de la Costa Norte por el desierto de Paiján dividió también las manifestaciones culturales de los mochicas: Mochica del Norte y Mochica del Sur.
Los Mochicas Norteños tuvieron mayor abundancia de metales en sus tumbas (el Señor de Sipán es un ejemplo), mientras que los Mochicas del Sur fabricaron la mayoría de los huacos retratos que casi no existen entre los norteños.
La cerámica norteña es de color naranja o crema con los diseños en rojo o púrpura, mientras que los sureños utilizan utilizan el fondo blanco o crema y los motivos en rojo o en ocre.En las construcciones norteñas se construyen pirámides con rampa, mientras que en las sureñas, no se encuentran rampas.
Inicialmente se pensó en Moche como en una unidad cultural, pero la división natural de la Costa Norte por el fabricaron la mayoría de los huacos retratos que casi no existen entre los norteños.
Hacia el final del periodo Mochica, Moche Sur llegó a opacar el poder de Moche Norte, conquistando teritorios hasta Piura y Jequetepeque. Pero esta hegemonía fue breve, pues hacia el 550 d.C., esta sociedad sufrió transformaciones producto de severas sequías. Una de ellas, de 32 años, probablemente fruto de una manifestación del Fenómeno del Niño, trajo como consecuencia el desalojo de las partes bajas de los valles y el desplazamiento hacia el interior del valle.
Esto provocó un nuevo resurgimiento de la clase Moche Norteña y un debilitamiento de la Moche Sureña. Moche Norte, al final de su periodo, terminó conviviendo con la cultura Virú.
Los centros principales en Moche Norte fueron el valle del rio Jequetepeque (donde se halla San José de Moro y Huaca Dos Cabezas) y el valle del rio Lambayeque (donde se halla Sipán y Pampa Grande).
Los centros principales de Moche Sur fue el valle del rio Moche (donde se halla la Huaca del Sol y de la Luna) y el valle del rio Chicama (donde se halla el Complejo El Brujo).
ESTUDIOS REALIZADOS
Históricamente fue conocida como Protochimú por Max Uhle; Gordon Willy la denominó Clásica; Muchik, Julio C.Tello, y Chimú Temprano (Early Chimu) por Kroeber en 1925. En la actualidad, Mochica o Moche es el nombre más empleado en el lenguaje científico. Pero fue Max Uhle (1899) quien dio a conocer por primera vez la existencia de esta cultura luego de realizar trabajos de investigación en el valle de Moche. Uhle excavó alrededor de 50 tumbas entre las Huacas del Sol y de La Luna, que le permitieron identificar hasta cuatro distintas culturas que habitaron sucesivamente en el valle: Protochimú (Mochica), Tiahuanacoide, Chimú e Inca.
Los materiales culturales, especialmente cerámica, encontrados por Uhle fueron llevados a la Universidad de Berkeley y analizados por Alfred Kroeber (1930), confirmando que se trataba de una Cultura Protochimú y Pretiahuanaco, dicho anteriormente por Uhle. En base a la cerámica, Don Rafael Larco Hoyle (1948) la clasificó en cinco fases estilísticas, tomando para esto ciertos criterios de forma y dimensiones de los picos, asas estribo y cuerpo, así como las decoraciones. Las dos primeras con una arraigada herencia de los estilos Cupisnique, Salinar y Virú; la tercera y cuarta etapa denominada clásica y la quinta fase la considera como la época de decadencia con fuertes influencias foráneas.
FASES DE LA CULTURA MOCHICA
Larco Hoyle caracteriza cada una de las fases con las siguientes particularidades:
FASE MOCHICA I
La cerámica es pequeña, de aspecto sólido, en algunos casos de forma lenticular; de asas proporcionales y circulares con picos cortos y fuertes rebordes. Las formas comunes son : vasos retratos, antropomorfos de cuerpo entero, zoomorfos, fitomorfos, cántaros sencillos con asa de estribo. Colores crema y rojo, crema y ocre, rojo, crema y anaranjado; crema y negro. Hay una influencia de la decoracion negativa. Los motivos más comunes son los puntos grandes, los círculos, rombos, cabezas de lagartijas estilizadas, triángulos con círculos concéntricos, signos escalonados, bandas cuyos temas pictóricos en colores están delineadas por incisiones.
FASE MOCHICA II
El grosor de las paredes disminuye. La cerámica se alarga y no se observa tendencia en darle la misma altura que ancho, se inicia con esto la esbeltez de los vasos. El asa y el pico crecen proporcionalmente, y mientras el asa no pierde la forma redondeada, el pico pierde el reborde pronunciado, quedando tan sólo un pequeño ribete. Existen vasos retratos, antropomorfos de cuerpo entero, fitomorfos y zoomorfos. Predominan los colores crema y rojo, crema y ocre, rojo y crema plomizo, marrón y anaranjado, crema y ocre.
 Área de influencia de la Cultura Mochica
FASE MOCHICA III
Se inicia el refinamiento de esta cultura. Las paredes de los vasos se afinan sin perder su solidez, el ceramio está cubierto por una fina capa de engobe cuidadosamente pulida. Los hornos abiertos con abundante oxigenación fueron perfeccionados. La cerámica es un poco más grande que Mochica II. Los recipientes son de mayor capacidad. Las asas y los picos se afinan notablemente, siendo las primeras elípticas y los picos pequeños, acampanulados y con reborde casi imperceptible. Los ceramios son de líneas armónicas y proporcionadas. Las esculturas antropomorfas son verdaderos retratos de personas. La escultura religiosa adquiere importancia.
FASE MOCHICA IV
Los motivos escultóricos y pictóricos se multiplican y adquieren mayor complejidad. El artista mochica trata de perennizar en su cerámica no solamente los asuntos comunes de su vida diaria, sino también las actividades de sus instituciones organizadas. El rico acervo de su vida espiritual es sintetizado en las escenas pictóricas que cubren los numerosos vasos de caracteres religiosos. Los vasos se alargan y también proporcionalmente el asa, que ya no es chata sino, redonda o ligeramente angular. La mayoría de los picos son largos y rectos, aunque hay algunos más angostos en la punta con bordes levemente afilados.
FASE MOCHICA V
La cerámica de este período, por sus formas y decorado, constituye el "arte barroco" de la cultura mochica. Se reduce en tamaño pero el asa se alarga, siendo el pico más pequeño. El asa toma una forma triangular acentuada y el pico es de naturaleza troncocónica con bordes afilados del interior hacia afuera. Las representaciones geométricas abundan. El motivo escultórico pasa a segundo plano, desplazado por el arte pictórico.
SOCIEDAD
 Iconografía Moche en donde se ve al sacerdote o sacerdotiza con el Señor más importante, durante la ofrenda de la sangre del enemigo.La sociedad Mochica se establecía en jerarquías muy marcadas lo que, a falta de haber desarrollado algún tipo de escritura, quedó reflejado en su muy abundante producción de cerámicas o "huacos". La pirámide de esta sociedad teocrática estaba encabezada por los Señores, con poderes terrenales y religiosos. Los sacerdotes conformaban un segundo estrato que podía estar integrado por mujeres sacerdotisas, al igual que los Chimus. El tercer estrato era el del pueblo, que realizaba los trabajos de campo y los oficios. Esta división de la sociedad en castas, gobernadas por caciques o sacerdotes de los diferentes valles, se unió bajo un mando único sólo en épocas tardías.
Los Moche eran evidentemente guerreros, como lo muestran las escenas de lucha, en las decoraciones de las vasijas y las representaciones escultóricas individuales. Los guerreros gozaban de un estatus especial y formaban pequeños ejércitos profesionales. Para los Mochica, amantes de la vida, la muerte no constituía el final. Los hombres seguían viviendo en otra esfera del mundo con sus mismas obligaciones o privilegios, razón que llevó a sepultarlos con provisiones y bienes. Los entierros reflejaban así la función y lugar de cada hombre dentro de su sociedad. Las tumbas Mochica poseen una decoración mucho más rica que las de épocas precedentes y los muertos yacen siempre sobre la espalda. Los grandes personajes se enterraban junto a docenas de vasijas, botellas, jarros, bandejas y recipientes con decoraciones en relieve que representan frutos, animales, hombres y dioses. Los cadáveres llevan valiosos pendientes, mosaicos de turquesa incrustada en oro, collares de cuentas de oro huecas y medallones con rostros humanos.
AGRICULTURA
Los Mochicas vencieron al desierto mediante la irrigación artificial desviando el agua con canales provenientes de los ríos que bajan de los Andes. Su ingeniería hidráulica les permitió contar con excedentes agrícolas y una sólida economía1 que, complementada con los productos del mar, constituyó la base de su portentoso desarrollo
0La cordillera de los Andes atraviesa todo su territorio y lo divide en tres regiones completamente distintas: costa, sierra y selva, cada una con su propia flora y fauna. La cerámica realista Mochica ha permitido comprobar tanto la producción de plantas alimenticias como el maíz -que ocupaba la mayor área cultivable de ese entonces- los frijoles, los pallares, las papas, las yucas y los camotes, como la fauna dominante, compuesta de alcatraces, zorros, pumas y muchos otros animales que, en su mayoría, subsisten hasta nuestros días. Por medio de sistemas de regadío en gran escala, estos pueblos habían transformado terrenos desérticos en fértiles. Existían más de treinta variedades de cultivos indígenas, entre ellos el tabaco y la coca.
ARQUITECTURA
Dibujo de como se hubiese visto La Huaca El BrujoEn cuanto a la arquitectura, la construcción de las grandes pirámides de la época Moche sólo pudo ser posible gracias a un trabajo en común muy bien dirigido, utilizando prisioneros de guerra y la masa de los súbditos de los príncipes sacerdotes.
La arquitectura Mochica recibió influencias de la cultura Virú, especialmente en el manejo del espacio con la forma de la "piramide" escalonada. Tanto la arquitectura de carácter monumental y la doméstica, se caracterizaron, principalmente, por estar construidas a base de adobes en forma rectangular paralelepípeda de constitución sólida, elaborados en moldes de madera. En la cara superior se advierten diversas marcas hechas a presión o incisiones anchas, posiblemente identificando a los diferentes grupos totémicos que participaron en la construcción del monumento, probable alusión a un sistema de trabajo de carácter corporativo o al cumplimiento obligatorio de tributos religiosos a sus deidades supremas.
Hasta el momento en los diferentes monumentos principales, se han registrado más de un centenar de aquellos símbolos. Las dimensiones de estos adobes, que por lo general son de color beige, son de 43 x 27 x 17 y de 33 x 20 x 15 cm. Los arquitectos moches también utilizaron la piedra como elemento constructivo, pero de menor uso que el adobe, y prioritariamente para las bases de muros y terrazas. La forma más típica de las estructuras ceremoniales y domésticas es la rectangular, a excepción de las estructuras construidas con muros circulares en las cimas de cerros, como en el caso de Galindo, en el valle de Moche o de Huaca Cholope en el valle del Santa. Galindo ofrece, igualmente, arquitectura doméstica en una área aproximada de 5000 m2, siendo su patrón la edificación de viviendas unifamiliares sobre plataformas de piedras.
Los complejos arquitectónicos monumentales que cumplieron funciones religiosas o administrativas están constituidas por varias terrazas escalonadas que abarcan todo el ancho del edificio, guardando orden simétrico con rampas inclinadas hacia patios o plazas.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS TEMPLOS
Mural Mochica en Huaca Cao
Huaca de La Luna: Muestra de la arquitectura Moche Las características generales de los templos o huacas son que sus adobes rectangulares se encuentran unidos con mortero de barro, dispuestos en forma de paneles modulares que dan la apareriencia de grandes columnas, apoyados unos con otros desde su base, logrando así resistencia y perenidad antisísmica; también los adobes están dispuestos de canto, de cabeza y de soga. La arquitectura básica de la cultura Moche, en conclusión, fue monumental, doméstica y defensiva. Lo monumental está representado por impresionantes edificios "piramidales". La doméstica era pequeña, de varios cuartos comunicados con entradas rectangulares, con arcos en la parte superior e inclinada a dos aguas. Las de defensa eran erigidas en grandes fortificaciones.
HUACA DEL SOL
La pirámide escalonada, llamada "Huaca del Sol" es una de las edificaciones más impresionantes de todo el Perú precolombino. Se supone que esta construcción erigida sobre una gran terraza escalonada, tuvo un área de más de 55 mil metros cuadrados y unos 40 metros de altura y que, en su construcción, se usaron aproximadamente 140 millones de ladrillos rectangulares, no sometidos a cocción. La forma de la Huaca de la Luna, erigida sobre un espolón rocoso del Cerro Blanco y frente a la Huaca del Sol, ocupa un área casi cuadrada de 290 por 210 metros y está conformada por varias plataformas y patios ceremoniales. En su interior no se han hallado vestigios de tareas domésticas, a diferencia de la huaca del Sol, lo que demostraría el carácter ceremonial de su construcción. En 1995, el arqueólogo canadiense Steve Bourget, desenterró los cuerpos de 42 jóvenes sacrificados brutalmente, hallazgo que se ha interpretado como un sacrificio masivo vinculado al Fenómeno del Niño.
La plataforma que sirvió de base estuvo compuesta de cinco terrazas, el acceso se daba a través de un terraplén de 90 metros de largo por 6 metros de ancho, que al parecer servía de entrada al edificio. En seguida, hay una gran "pirámide" que corona toda la región meridional constituida por cinco plataformas escalonadas. Es muy probable que estuviera decorada con pinturas murales como en la Huaca de La Luna.
La Huaca de La Luna, ubicada al pie del cerro Blanco considerada como "impresionante centro ceremonial", está conformada por un complejo de estructuras que ocupa una área aproximada de 350 x 300 mts. orientada de Sur a Norte. Presenta tres plataformas piramidales escalonadas, la más grande tiene una forma cuadrada y mide 100 m. de lado; el flanco suroeste del complejo viene conectado con una plaza al norte y otra al este; a su vez, la segunda plaza se conecta con otras dos, una al norte y otra al sudoeste. Ambas plazas están asociadas en la parte este a una plataforma.
Tanto la Huaca del Sol como la Huaca de la Luna, conformaron un complejo administrativo y religioso, ubicado en las faldas de Cerro Blanco, el más venerado de los Moches.
METALURGIA
Sonajera de oro perteneciente al Señor de Sipán, en la cual el Dios Decapitador tiene, en una mano un cuchillo, y en la otra una cabeza humana.Los Mochica innovaron la tecnología y producción metalúrgica con el uso intensivo del cobre, para la fabricación de ornamentos, armas y herramientas. Su más importante proeza fue dorar este metal con una sofisticada técnica que obtiene los mismos resultados que el sistema electrolítico inventado en Europa recién a fines del siglo XVIII. Los orfebres habían aprendido a fundir el oro sobre los moldes y a dorar objetos de cobre. Dominaron totalmente la aleación cobre-oro y llegaron a realizar joyas de oro y plata soldados. Existían además utensilios de cobre, mientras que el bronce no se descubrió hasta más tarde. Los Mochicas fueron expertos fundidores de metales. Conocieron sus propiedades físicoquímicas; desarrrollaron técnicas de manufactura y sobre todo aprendieron sobre la extracción de los minerales y los tratamientos metalúrgicos. Dominaban el oro, la plata, el cobre, el plomo, el mercurio y procesos de aleaciones como el bronce el cobre dorado, oro y plata dorada, que son el resultado de la aleación del cobre, oro y plata en especiales proporciones, llamado tumbaga, y en combinación con elementos reactivos, con el objetivo de una depositación electroquímica, usando para ello minerales corrosivos como: sal común, nitrato de potasio, alumbre de potasa, sulfatos dobles de aluminio y potasa, sulfato férrico y cloruro de sodio, antioxidantes, carbón vegetal y greda.
Desarrollaron, así mismo, tecnologías de fundición, refinación, soldaduras al fuego y al frío, repujado, vaciado a través de moldes, laminados y filigrana, etc. Confeccionaban una variedad de objetos de uso real, sacro y militar; también adornos para la élite y domésticos como collares, narigueras, orejeras, brazaletes, pinzas, sortijas, coronas, pectorales, platos, copas, cuencos; instrumentos agrícolas, quirúrgicos, cuchillos, máscaras funerarias, protectores y perfectos instrumentos musicales como sonajas, pitos, quenas, tambores, etc.
CERÁMICA

Cerámica Mochica El más conocido legado cultural de los Mochica es su cerámica, generalmente depositada como preciosa ofrenda para los muertos. Hombres, divinidades, animales, plantas y complejas escenas fueron representadas por sus artistas bajo la forma de imágenes escultóricas o vasijas decoradas a pincel.
En términos generales ésta es bícroma (rojo sobre crema). Estos colores poseen una amplia gama de tonalidades, existiendo una tendencia a ser más oscuras al final del desarrollo Moche.
Los ceramios o “huacos” Moches (vasijas cerradas, de cuerpo globular o escultórico, base plana y con un gollete tubular en forma de asa estribo), han sido uno de los elemento primordiales para conocer no solo el espíritu de esta cultura preincaica, sino la sociedad, el entorno natural en el que se desarrollaron y las diferentes etapas de su evolución cultural.
LA CERÁMICA MOCHICA
El más conocido legado cultural de los Mochica es su cerámica, generalmente depositada como preciosa ofrenda para los muertos. Hombres, divinidades, animales, plantas y complejas escenas fueron representadas por sus artistas bajo la forma de imágenes escultóricas o vasijas decoradas a pincel.
Su famosa plástica asombra por la expresividad y perfección de verdaderos retratos de arcilla. Los cánones clásicos de perfección y realismo se reconocen aun en seres mitológicos, animales humanizados, hombres con atributos zoomorfos o partes combinadas de varios animales.
 Sus pictografías derrochan vida y movimiento en las complejas escenas de ceremonias, combates, cacerías rituales y probables relatos míticos. En este ramo emplearon las técnicas alfareras del trabajo a molde lo cual incrementó su producción. Sin embargo, la vajilla para uso diario, utensilios domésticos y vasijas para agua fueron funcionales, sencillos y escasamente decorados.
Los Mochica plasmaron el entorno de su mundo cultural y religioso en su expresiva cerámica perfeccionando una actividad artística que constituye el mejor documento y testimonio de su cultura: hombres, divinidades, animales, plantas y complejas escenas fueron representadas.
Los Mochica desarrollaron en su cerámica dos grandes vertientes: pintura y escultura. Junto a la famosa plástica Mochica, que asombra por la expresividad de sus "retratos" de arcilla, se encuentran también las representaciones pictóricas plasmadas sobre la superficie globular de los ceramios. Mediante trazos perfilaron figuras y complejas escenas donde los seres representados derrochan vida y movimiento. Así, la posición de las extremidades puede indicar quietud, caminata, carrera o baile; inclinar el torso hacia adelante implica velocidad y la posición de la cabeza, reverencia o dignidad. En artísticas discordancias anatómicas, estas figuras combinan partes de frente y de perfil.
En sus esquemáticos dibujos, la perspectiva se establece reduciendo el tamaño de las representaciones distantes. Otras veces, se recurre a separar paneles horizontales que indican diversos planos. El tamaño y proporción de los actores señala su rango e importancia en la escena: los señores eran siempre representados más grandes que los hombres comunes.
Los estudios recientes dejan en claro que el arte Mochica no captó todos los aspectos de la vida cotidiana y que graficó únicamente imágenes y escenas significativas referidas a eventos, temas ceremoniales constantes y probablemente mitos y relatos que reflejan su concepción del mundo. Una selección representativa nos aproxima a este fascinante mundo de imágenes gráficas.
La cerámica moche, por más que sus representaciones sean tan artísticas y naturales para nuestros ojos, fue realizada en la gran parte de los casos bajo estrictos controles de los grupos de poder. Los Moche concibieron su cerámica escultórica y pictórica como un medio de refuerzo ideológico, mediante el cual las elites representaban su cosmovisión y la difundían a las masas como también sucedió con los murales moche con representaciones divinas o de sacrificios en la Huaca del Sol y de la Luna, y en El Brujo. Las repeticiones en los motivos y la elección de ciertos temas hacen pensar que había escuelas de ceramistas y que los artesanos tenían reglas impuestas por los sistemas religiosos y sociales. Esto se ve reforzado si vemos que existen dos grandes estilos en la cerámica moche, el que de la cerámica de elite y el de la cerámica local. En el primer caso el estilo no varía de valle a valle, lo cual confirma que la producción se realizaba en centros especiales bajo cierto tipo de control. En el segundo, los estilos varían según las particularidades de cada valle, pues el control de este tipo de cerámica, más utilitaria y de menor calidad, era más laxo.
TÉCNICAS DE MANUFACTURA DE LA CULTURA MOCHICA
Las técnicas de manufactura que mayormente conocieron fueron el moldeado y el estampado. Por el gran dominio de la cerámica escultórica y pictográfica se le ha denominado, y con mucha justicia, el Período de los Maestros Artesanos. Dada la calidad estética y temática de su innumerable producción se ha convertido en el mejor espejo de su vida cotidiana y espiritual.
Elaboraban su cerámica individualmente, pero también llegaron a emplear moldes hechos de cerámica para proveerse de una producción masiva de recipientes especialmente de los que acompañaban a los difuntos ilustres en calidad de ofrendas. La gran mayoría de los ceramios tuvieron uso ritual funerario, sin embargo, la vajilla para uso diario, utensilios domésticos y vasijas para agua fueron funcionales, sencillos y escasamente decorados.
DECORACIÓN
La decoración fue a base de dos colores: crema y rojo indio, siendo la forma más preferida y típica la botella esférica de base plana y asa estribo. Debemos destacar que dentro de la morfología de la cerámica, existe una gran variedad de formas: botellas, cántaros, ollas, "cancheros" con mangos y sin ellos, vasos, cuencos, platos, copas; representanción de instrumentos musicales, vasijas escultóricas mostrando personajes masculinos y femeninos, ceramios con diseños arquitectónicos, etc. La cerámica pictográfica era ejecutada con pinceles de pelos de animales y humanos, plumas de aves y puntas de carrisillos. Los diseños o dibujos se hacían mediantes colores planos, los personajes llenos de contraste se plasmaban de perfil, con algunos espacios rellenados de color rojo indio y complementado con líneas muy finas y elegantes.
Los motivos pintados en el entorno de los cuerpos globulares de los ceramios incluyen temáticas variadas de su mundo ecológico, de sus actividades básicas de caza, pesca, recolección, tecnologías, batallas, danzas, sexualidad y un complejo mundo de representaciones ritualísticas: ceremonias de sacrificios humanos, transformaciones míticas: antrozoomórficas, antro-ictiológicas, antroornitomórficas; complementado con una serie de elementos tipo geométricos, como signos escalonados, grecas, cruces, círculos, orlas, volutas, etc.
REPRESENTACIÓN DE FAUNA
Gracias a sus ceramios podemos igualmente distinguir la representación de su fauna, abarcando todas las especies del entorno geográfico y reino zoológico de la costa, sierra y selva. Muchas de ellas fueron ejecutadas en forma realista y natural. Alternan tanto las especies domesticadas como la llama, el perro y los cuyes; como aquéllas que se mantuvieron en estado salvaje. Es el caso de mamíferos como el puma, otorongo, zorro, venados, monos, vizcachas, murciélagos, ratones, ballenas, tiburón, lobos marinos, y focas; o el de los ovíparos como la tortuga, lagartijas,"cañan" especie de lagartija comestible, la iguana, y las serpientes. También fueron representados moluscos y crustáceos como cangrejos, pulpos, estrellas de mar, caracoles marinos, de tierra o de río, camarones, erizos, y "caballitos de mar", etc.; y los peces: como los tollos, rayas, anchovetas, bonitos, chitas, róbalos, bagres, lisas, lenguados, tramboyos, etc. Batracios: sapos, ranas. Las aves: búhos, lechuzas, palomas, loros, patos, tucanes, guacamayos, papagayos, picaflores, halcones, águilas, cóndores, etc. o pelícanos, gaviotas, patos marinos, guanayes, piqueros y zarcillos. Variedad de insectos, arañas y mariposas, etc.
TIPOS DE CERÁMICA MOCHE
Cabe distinguir básicamente tres tipos de Cerámica:
1) La Común: Las formas más usuales son las vasijas cerradas de cuerpo globular, asa estribo y gollete; los cántaros con gollete evertido; los vasos acampanulados, llamados también floreros; las figurinas, silvatos, etc.

2) La Pictográfica: Las escenas pictóricas, a pesar de tener una representación tan sólo bidimensional, son complejas y trabajadas con pinceles finos sobre incisiones que las delimitaron previamente. a:
3) La Escultórica: Reproduce personajes, diseños arquitectónicos, animales, instrumentos musicales, etc. La característica general es el uso del llamado asa estribo. Los ceramios escultóricos son los más excepcionales por su realismo y proporciones; muchos presentan incrustaciones de nácar, hueso o aun láminas de oro.
CERÁMICA COMÚN
Por ser "común" no fue menos extrarordinaria en el contexto cultural preincaico.
La decoración fue a base de dos colores: crema y rojo indio , siendo la forma más preferida y típica la botella esférica de base plana y asa estribo.
CERÁMICA PICTOGRÁFICA DE LA CULTURA MOCHICA
Huaco retratoDebemos destacar que dentro de la morfología de la cerámica, existe una gran variedad de formas: botellas, cántaros, ollas, "cancheros" con mangos y sin ellos, vasos, cuencos, platos, copas.
CERÁMICA PICTOGRÁFICA
La cerámica moche, además de ser un brillante ejercicio escultótico, sirvió de base a una pintura muy especializada la pictográfica, era ejecutada con pinceles de pelos de animales y humanos, plumas de aves y puntas de carrisillos. Los diseños o dibujos se hacían mediantes colores planos, los personajes llenos de contraste se plasmaban de perfil, con algunos espacios rellenados de color rojo indio y complementado con líneas muy finas y elegantes.
Los motivos pintados en el entorno de los cuerpos globulares de los ceramios incluyen temáticas variadas de su mundo ecológico, de sus actividades básicas de caza, pesca, recolección, tecnologías, batallas, danzas, sexualidad y un complejo mundo de representaciones ritualísticas: ceremonias de sacrificios humanos, transformaciones míticas: antrozoomórficas, antro-ictiológicas, antro-ornitomórficas; complementado con una serie de elementos tipo geométricos, como signos escalonados, grecas, cruces, círculos, orlas, volutas, etc.
Uno de los temas fueron las divinidades de la cultura Moche. Y es que, los ceramistas moches cuidaron mucho la representación de cada una de las divinidades. Casi siempre se trata de mitos o representaciones de la de la vida ultraterrenal. Son decoraciones planas, sin perspectiva, casi siempre de perfil, excepto en algún caso en que rostro y torso están de frente.
CERÁMICA ESCULTÓRICA DE LA CULTURA MOCHICA
Gracias a sus ceramios podemos igualmente distinguir la representación de su fauna, abarcando todas las especies del entorno geográfico y reino zoológico de la costa, sierra y selva. Muchas de ellas fueron ejecutadas en forma realista y natural.
1. Especies domesticadas como la llama, el perro y los cuyes.
2. Especies salvajes como:
Mamíferos como el puma, otorongo, zorro, venados, monos, vizcachas, murciélagos, ratones, ballenas, tiburón, lobos marinos, y focas.
Reptiles como la tortuga, lagartijas,"cañan" especie de lagartija comestible, la iguana, y las serpientes.
Moluscos y Crustáceos como cangrejos, pulpos, estrellas de mar, caracoles marinos, de tierra o de río, camarones, erizos, y "caballitos de mar", etc
3.Peces como los tollos, rayas, anchovetas, bonitos, chitas, róbalos, bagres, lisas, lenguados, tramboyos, etc
4.Batracios: sapos, ranas.
5. Aves: búhos, lechuzas, palomas, loros, patos, tucanes, guacamayos, papagayos, picaflores, halcones, águilas, cóndores, etc. o pelícanos, gaviotas, patos marinos, guanayes, piqueros y zarcillos.
6. Insectos como las mariposas y Arañas
7. Retratos, de estados psicológicos. ( desbordante gesto de alegría, amor, odio, tristeza, dolor, soberbia y placer, etc.) En cada huaco retrato se refleja el dominio estético de la expresión humana.
8. Representación de afectaciones por enfermedades patógenas como: labios leporinos, jorobados, siameses, afecciones a la columna, crecimiento exagerado de la cara, manos y pies, presencia de la uta y otros síndromes.
9. Sexo femenino, como mujer y madre, en su más alta expresión de parto y de ternura, con el peso del trabajo de todos los tiempos. La mujer se encuentra representada con gran sentido plástico, ataviada con túnicas sueltas o faldas largas que le cubren hasta las rodillas; la vestimenta se encuentra complementada con otros adornos sencillos.
10. Representaciones erótico sexuales:
11.Los órganos genitales masculino y femenino caracterizados en forma independiente en los ceramios (cuyas representaciones son siempre desproporcionadas adrede y sobre todo tratando de resaltarlos exageradamente en relación al cuerpo humano)
12. Posturas de apareamiento en su más evidente expresión plástica. Pero la representación sexual no sólo está referida a la especie humana. También abarca el mundo animal y vegetal con diversidad de representaciones de sapos, ranas, perros, ardillas.
HUACOS RETRATOS DE LA CULTURA MOCHICA
El artista Mochica ha plasmado el máximo realismo en sus huacos retratos, de sublimes estados psicológicos. Allí está el rostro del antiguo hombre Mochica, manifestado en su desbordante gesto de alegría, amor, odio, tristeza, dolor, soberbia y placer, etc. En cada uno sobresale el dominio estético de la expresión humana, nada que envidiar con otras manifestaciones del arte universal. También el sexo femenino se hace presente; no en la misma dimensión que el varón, pero allí está ella, como mujer y madre, en su más alta expresión de parto y de ternura, con el peso del trabajo de todos los tiempos. Ella se encuentra representada con gran sentido plástico, ataviada con túnicas sueltas o faldas largas que le cubren hasta las rodillas; la vestimenta se encuentra complementada con otros adornos sencillos. La presencia de la mujer se hace persistente a través de las estatuillas algunas de ellas relacionadas con la personificación de Ai APAEC, deidad suprema de la Cultura Moche.
HUACOS ERÓTICOS DE LA CULTURA MOCHICA
La alquimia del amor también estuvo presente en su cerámica, dentro de este universo de representaciones erótico sexuales, se encuentran los órganos genitales masculino y femenino caracterizados en forma independiente en los ceramios; luego con el desarrollo magistral de la escultura las manifestaciones de falos y vulva se encuentran identificados en el contexto cultural, cuyas representaciones son siempre desproporcionadas adrede y sobre todo tratando de resaltarlos exageradamente en relación al cuerpo humano; por último llegando a un conjunto variado de relaciones de apareamiento en su más grande dominio plástico.
Pero la representación sexual no sólo está referida a los hombres, también abarca el mundo animal y vegetal con diversidad de representaciones de sapos, ranas, perros, ardillas. Es decir se trata de un equilibrio cosmogónico unido por una idea central de reproducción o fertilidad en lo divino, de la que el hombre, los animales y las plantas no estamos ajenos a ello.
ICONOGRAFÍA DE LA CULTURA MOCHICA
 Iconografía de los moches Los Mochica plasmaron el entorno de su mundo cultural y religioso en su expresiva cerámica perfeccionando una actividad 1 artística que constituye el mejor documento y testimonio de su cultura: hombres, divinidades, animales, plantas y complejas escenas fueron representadas. Los Mochica desarrollaron en su cerámica dos grandes vertientes: pintura y escultura. Junto a la famosa plástica Mochica, que asombra por la expresividad de sus "retratos" de arcilla, se encuentran también las representaciones pictóricas plasmadas sobre la superficie globular de los ceramios. Mediante trazos perfilaron figuras y complejas escenas donde los seres representados derrochan vida y movimiento. Así, la posición de las extremidades puede indicar quietud, caminata, carrera o baile; inclinar el torso hacia adelante implica velocidad y la posición de la cabeza, reverencia o dignidad. En artísticas discordancias anatómicas, estas figuras combinan partes de frente y de perfil.
En sus esquemáticos dibujos, la perspectiva se establece reduciendo el tamaño de las representaciones distantes. Otras veces, se recurre a separar paneles horizontales que indican diversos planos. El tamaño y proporción de los actores señala su rango e importancia en la escena: los señores eran siempre representados más grandes que los hombres comunes.
Los estudios recientes dejan en claro que el arte Mochica no captó todos los aspectos de la vida cotidiana y que graficó únicamente imágenes y escenas significativas referidas a eventos, temas ceremoniales constantes y probablemente mitos y relatos que reflejan su concepción del mundo. Una selección representativa nos aproxima a este fascinante mundo de imágenes gráficas.
RELIGIÓN DE LA CULTURA MOCHICA
La vida religiosa de la Cultura Mochica giraba y se regía por el culto al Felino, el que se encuentra personificado en la divinidad de un dios supremo llamado Ai Apaec, que representa a un hombre con grandes colmillos, transformándose en animal con un tocado semilunar.
Este dios está identificado con viejas herencias ideológicas que vienen desde la época Chavín y complementadas con otras deidades, como la serpiente, el cóndor o el águila como máximas expresiones de poder en todo el proceso cultural andino.
Cabe poner en claro que esta inspiración espiritual, fue determinada por su observación del espacio cósmico, ya que hay una información antiquísima que Ai Apaec era una constelación de estrellas, asimismo que el Dios principal era Ai Apaec, pero existieron unas seis divinidades muy importantes.
EL SEÑOR DE SIPÁN
El Señor de SipánEl hallazgo de las Tumbas Reales de Sipán en 1987 por un grupo de arqueólogos entre los cuales destacan Walter Alva, Susana Meneses y Luis Chero, es quizá uno de los más importantes que se han realizado en la historia de la arqueología peruana. La cantidad de información recabada de su contexto intacto, así como la impactante fastuosidad de sus ofrendas hacen del Señor de Sipán uno de los descubrimientos más valiosos e interesantes para cualquier interesado en el pasado prehispánico.
Su descubrimiento no escapa a la historia. Gracias a unos decomisos de piezas de oro, plata y cobre realizados por la policía en 1987, el grupo de Alva decidió excavar el sitio de donde habían sido sustraídas. Se trata de tres pirámides ubicadas al norte del pueblo de Sipán, a 26 km. al este de la ciudad de Chiclayo, que constituyen un complejo arquitectónico comunicado entre sí por plazas o puentes. La pirámide más importante es la más pequeña y aislada, donde se han encontrado las tumbas reales, y tiene seis fases de construcción entre 100 d.C. y el 300 d.C. Los saqueadores lograron acceder a un entierro real en esta pirámide y esas piezas son las que se encontraron en poder de la policía Alva y su equipo decidieron no sólo investigar la tumba profanada, sino continuar excavando bajo la misma, sin saber lo que estaban a punto de encontrar bajo sus pies.
CULTURA PARACAS
A.Calrededor de la península de Paracas. La península en cuestión se sitúa entre los ríos Ica y Pisco en el actual departamento de Ica. Desde aquel punto de partida, los paracas lograron dominar aproximadamente desde el rió Cañete, al Norte hasta Yauca, al Sur, teniendo como centro a la ciudad de Ica.

Los expertos discuten sobre una filiación con la cultura de Chavín, una de las más antiguas del Perú, pero el origen de la cultura de Paracas es todavía un misterio, aun para los arqueólogos. Se dice también que fue una cultura de “amortiguamiento” entre la cultura de Chavín y la cultura de Tiahuanaco
DESCUBRIMIENTO DE LA CULTURA PARACAS

El descubrimiento de la cultura de Paracas lo hizo el célebre arqueólogo peruano Julio César Tello en 1925 al descubrir restos paracas en cavernas. Toribio Mejía Xesspe descubre las necrópolis de los paracas en 1927. Durante 20 años, estos y otros arqueólogos se dedicaron al conocimiento en profundidad de esta cultura, a través del estudio de numerosos sitios. Sus trabajos más importantes consisten en las excavaciones de patrones funerarios paracas. Son estos que, gracias a su riqueza en textiles, darán la topología, usada hasta hoy de la historia de la cultura paraca. Entre los años 1923 y 1925, Tello tuvo la oportunidad de visitar la península en repetidas ocasiones, dándole así la oportunidad de descubrir una necrópolis que contenía más de 400 momias con sus envoltorios funerarios.

HISTORIA DE CULTURA PARACAS.

A finales del Período Formativo Superior (500 a.C) florece en la Península de Paracas una cultura extraordinaria por su gran aporte a la tradición textil peruana. En 1925, el arqueólogo peruano Julio C. Tello descubre en los cementerios de Cerro Colorado y Cavernas cuatrocientos veintinueve fardos funerarios, muchos de los cuales contenían hasta dieciséis mantos además de esclavinas, turbantes, paños y demás adornos de uso personal. Tello, con base en el patrón de enterramiento, divide a la cultura Paracas en dos épocas. Los tejidos Cavernas se caracterizan por ser de tipo geométrico y rígidos, predominando la técnica de doble tela.

En ellos existe aún una fuerte geometrizados con cabellos serpentiformes. Los tejidos Necrópolis, en cambio, presentan mayor maestría y delicadeza en los diseños debido a que eran bordados, lo cual permitía obtener hermosos motivos y creaciones llenas de color.

Se representa personajes sosteniendo báculos o cabezas trofeo con fajas que atan a su cintura y se transforman en serpientes bicéfalas, con tocados rematados en un cuchillo ceremonial, nariguera, bigotera, etc. En segundo orden, destacan los diseños naturalistas tomados tanto de flora y fauna tales como: serpientes, aves, felinos, peces, frutos, flores, etc. A esta época corresponden los mantos ceremoniales que se caracterizan por presentar una tela llana base sobre la cual se bordan los motivos decorativos en lana de camélido teñido en la más diversa armonía de colores, haciendo de estos tejidos los más bellos del arte textil precolombino.

UBICACIÓN GEOGRÁFICA

Su centro principal podría ser el sitio Peña de Tajahuana, en el valle de Ica, a 300 km. al sur de la ciudad de Lima ya que Los restos arqueológicos se localizan en la península de Paracas, a 18 Km. Al sur de Pisco (Ica). La cultura Paracas se desarrolló durante el período denominado Horizonte Temprano. Fue descubierto por el arqueólogo Julio C. Tello, quien, al conocer el sitio de Cabezas Largas, creyó haber descubierto el lugar de origen de las grandes culturas del sur. Paracas fue dividido en dos períodos

Estudios posteriores a los de Tello demostraron que el desarrollo de esta cultura había sido más largo y complejo. En la segunda fase de Paracas podemos encontrar aldeas, una de ellas en el área de Cerro Colorado, y la otra en Arenas Blancas. Paracas fue el antecedente de la cultura Nasca, que se desarrolló años después en esa área.

                                            PARACAS DE LAS CAVERNAS
La limitación temporal de la cultura paraca que lo descubrió de las cavernas va desde el 700 hasta el 200 a. C. Es a las orillas del río Ica, por el sector de Ocucaje, ahora grande productores de pisco, que se desarrolló primeramente este grupo humano. ¿Por qué se denomina a este periodo como “cavernas”? Este nombre viene de la forma de sus sepulturas.


Estas eran características, se realizaban como enterramientos subterráneos, dentro de excavaciones en roca, con forma de “copa invertida”. Estas excavaciones tenían un diámetro de hasta 6 metros, en donde colocaban el cadáver junto con ofrendas y numerosos textiles que servirán posteriormente al estudio. Dentro de una sola tumba se encuentran varios cadáveres, solo que no tenemos ningún indicio de que sean parte de la misma familia estos sepulcros comunitarios.
LA METALURGIA PARACAS.

Los plateros (hombres dedicados al trabajo con los metales) eran muchos en el imperio, pero no era ésta la razón por la que tuvieran que inventar más instrumentos para trabajar; con las pocas herramientas que utilizaron pudieron hacer unas artesanías muy bellas. No supieron sacar el hierro de las minas (en las cuales había un montón) pero sí supieron aprovechar el oro y utilizar un material para cada cosa.

El oro para sus adornos y sus dioses, la plata para los espejos (los que pertenecían a las mujeres de sangre real tenían un cuidado especial: se brunían para sacarles brillo y verse mejor) para las herramientas de los purics, y con el cobre hacían platos, vasijas, etcétera.

Como yunque usaban unas piedras amarillas y verdes, muy duras, las aplanaban y alisaban unas con otras. Los martillos no tenían mango, eran cubos de diferentes tamaños, el más grande abarcaba toda la mano, para golpes más grandes, otros medianos, otros chicos y otros alargados para martillar formas cóncavas.

Fundían a poder de soplos con unos canutos largos de media braza depende la cantidad de metal que se quiera fundir. Al sacar el metal del fuego lo agarraban con unas varas de madera o de cobre, y lo colocaban en un recipiente con tierra humedecida, y lo iban dando vuelta a medida que se enfriaba para poder agarrarlo con la mano. Se dieron cuenta muy fácilmente que el humo era tóxico y por eso hacían las fundiciones en lugares destechados.

LA ARQUITECTURA.

Arquitectura: es de alargados edificios de plantas rectangulares que adoptan por lo general una orientación de este a oeste y se componen de una serie de recintos, cercados por altas murallas y plataformas cuya altura aumenta gradualmente. Tienen ambientes alineados y cuartos subterráneos se distribuyen en la parte superior de las terrazas. Los constructores usaron adobes hechos a mano.

CERÁMICA DE LA CULTURA PARACAS.

En cuestión de cerámica, esta se caracteriza por representar a sus posibles deidades: el jaguar y la serpiente. Las vasijas son de forma globular, con doble pico y asa puente. Esta es usada por primera vez en la cultura de Paracas pero será adoptada por las culturas que en el El entierro de las momias paracas tenían una profundidad de 6 a 7 metros, esto se debe a que dentro de su cosmovisión, se creía que la Pachamama estaba en la profundidad de la tierra. Las deformaciones craneanas se realizaron para colocar un llauyo, y regir las clases sociales. En esta etapa la capital fue Tahawana.
LA CERÁMICA
Algunos lo consideraron el representante directo del hombre, pero hoy se sabe que muchos austratopithecus anteriores poseían rasgos semejantes. Son los primeros homínidos que se distribuyeron ampliamente por la superficie del planeta, llegando hasta el sudeste y este de Asia. Poseían un cerebro mayor que el del homo habilis: alrededor de 800 centímetros cúbicos. Conocían el uso del fuego y fabricaron la primera hacha de mano. El primer homo erectus fue encontrado en java (Oceanía) a fines del siglo pasado. El hallazgo de restos de homínidos de esta especie en las cavernas de Pekín permitió la reconstrucción de algunos aspectos de su vida.

Los Fardos Funerarios El arte de la momificación es uno de los aspectos culturales paraquenses, que se desarrolla especialmente durante la fase Paracas Necrópolis que se halla envuelto el cadáver con objeto de su inhumación. Los cadáveres antes de ser ENFARDELADOS y enterrados pasaban por un PROCESO DE MOMIFICACIÓN que recuerda al egipcio:Le abrían el tórax a través del esternón y le extraían los pulmones y el corazón, procediendo de igual modo con la masa intestinal y vísceras, que sacaban a través de un corte longitudinal o transversal.

Por medio de incisiones en las extremidades le extraían los músculos. Por las fosas nasales o por la base del cráneo (si se hallaba separado del cuerpo), le extraían el cerebro. Después el cadáver era rociado con distintas sustancias químicas y expuesto al fuego o los rayos de sol, motivo que es el que explica el ASPECTO “QUEMADO” o AHUMADO de distintas partes de la momia. Finalmente, el cadáver era reducido al mínimo de su volumen con el fin de ser enfardelado.

CONOCIMIENTO DE MEDICINA Y CIRUGÍA.

Sus características físicas son las mismas que las del hombre actual. Su capacidad cerebral es de alrededor de 1400 centímetros cúbicos. Se cree que apareció en Europa hace alrededor de 40.000 años. El homo sapiens es el que protagonizó, a partir del año 10.000 a.C., cambios muy importantes en la organización económica y social, como las primeras formas de agricultura y domesticación de animales, y la vida en ciudades.

PARACAS NECRÓPOLIS (100 A. C. - 200 D. C.)
La cultura de las Paracas Necrópolis es continua a la Paracas de las Cavernas. Estas fase es delimitada temporalmente desde el fin de la fase cavernas, es decir desde el 200 a. C. hasta los primeros años después de Cristo. Esta se desarrolla en un área más amplia que la primera que va desde el río Pisco hasta la quebranta de Topará.

 La denominación de las Necrópolis Paracas viene, como es fácil suponer, de la existencia de necrópolis. Los sepulcros consisten en grandes cámaras funerarias, en construcciones mucho más avanzadas que suponen varias hileras de cuartos subterráneos. Además de la riqueza del contenido.

Entre las ofrendas que se encuentran en el interior constan diferentes tipos de fardos, algunos de una complejidad sorprendente y varios objetos. Pero a diferencia de estas tumbas descritas, también existen varias tumbas sin ningún tipo de ornamenta. Lo que supone que había una diferenciación social. Existían ya clases altas y clases bajas. Clases que poseían y clases que no.

Las tumbas muestran que la clase dominante igualmente tenía el poder religioso lo que le permitía seguramente tener privilegios con respecto a la población. Dentro de esos privilegios, estaban los sepulcros exuberantes.
Los tejidos de la época son los más complejos. Los que más vale la pena resaltar son aquellos que recubrían las momias puesto que son de mayor tamaño, de mayor calidad y suponen una técnica superior en muchos aspectos de la producción. Hechas en telas, estas suponen la primera evidencia de este tipo de manufactura en todo el continente americano. Ellos van a utilizar principalmente el algodón y la lana de camélidos americanos.


Además, ellos se permitían bordar sus tejidos, lo que les permitía una mayor versatilidad en cuestión de diseño, por ende los colores vistosos y las creaciones complejas. Se representa entre otros a personajes sosteniendo cabezas trofeo, báculos, con fajas que se atan a la cintura con forma de serpientes bicéfalas. A esto se añaden significados religiosos tales como cuchillos ceremoniales, narigueras, bigoteras. Destacan igualmente los diseños con temática naturalista. Estos son principalmente animales: serpientes, felinos, aves, peces, pero también existen representaciones de frutos, flores y otros. Se dice que los textiles de esta época corresponden a los más bellos textiles el textil precolombino.

Curiosamente, la cerámica e la cultura de las Necrópolis Paracas, al contrario de su predecesora, no es tan desarrollada. Esta mantiene la forma ya descrita pero pierde mucho en lo que es decoración, se vuelve de color amarillento, y en abundancia. Es en efecto una cerámica mucho menos desarrollada y de paredes menos finas, lo que denota una imperfección en el trabajo y perdida de habilidad de los orfebres en la época de Paracas necrópolis. Julio C. Tello vio que Paracas no era una cultura organizada como la que había descubierto en otras oportunidades.
COMO SE ORIGINO LA NECRÓPOLIS PARACAS, 

Paracas, como zona arqueológica, fue descubierta en el año 1925, en los lugares denominados Cabeza Larga y Cavernas. Posteriormente en 1927 encontraron un tercer sitio arqueológico, al pie del Cerro Colorado, entre los dos anteriores de Cavernas y Cabezas Largas; el lugar se ha denominado La Necrópolis Paracas, y se trata de un enorme cementerio, toda una ciudad habitada por muertos enterrados con ropajes lujosos, adornados con objetos ceremoniales y simbólicos.

A cada compartimiento se le denominó "cámaras funerarias", de las que había de diferente tamaño, recolectando en total 429 fardos funerarios, envueltos en maravillosos mantos bordados. Las cámaras habían sido construidas sobre los restos de poblaciones más antiguas.

Cada fardo contenía al difunto en posición fetal, envuelto en maravillosos mantos y colocado sobre una canasta. Generalmente iba acompañado de ofrendas, como caracoles, cetros, un turbante, platos de cerámica con algunas mazorcas de maíz, algunas piezas menores de oro cosidas a los mantos, así como instrumentos de cirugía o artefactos para tejer. El fardo era un completo ajuar funerario, cuidadosamente colocado con el difunto para acompañarlo en su viaje final, pudiendo entender que cada objeto tuvo una relación, en vida, directa con el difunto.

Otro de los aspectos que llama la atención en la cultura Paracas es la "trepanación de cráneos", desconociendo hasta el momento qué las originó; sin embargo, existen teorías que afirman que en esa época las fracturas de cráneo eran constantes en las batallas, otra idea propone que cuando se presentaban dolores de cabeza se hacían trepanaciones.

Como se realizaban las Trepanaciones Craneanas de Parcas.

La operación se efectuaba anestesiando al paciente; se cree que la coca, el alcohol y hasta la hipnosis pudieron servir de analgésicos. Luego con un cuchillo de obsidiana, que cumplía las funciones de bisturí, se cortaba el cuero cabelludo y los músculos necesarios hasta llegar al hueso. Ahí había tres opciones: retirar el área afectada, la que se delimitaba con pequeñas y continuas trepanaciones, limpiar y pulir el hueso que podía estar con fisuras, para que suelde debidamente, y finalmente cortar el perímetro y substituirlo por una placa de oro, después de lo cual se cerraba y se colocaban vendajes.

Otro aspecto muy intrigante es la deformación voluntaria de los cráneos, desconociendo hasta el momento el porqué de las frecuentes deformaciones craneanas en la cultura
Paracas, si era parte de un ritual mágico o religiosos o tal vez un detalle estético. El procedimiento para la deformación era colocando unas almohadillas con armazón de varillas de madera, que colocaban en la frente y en la parte posterior de la cabeza del recién nacido, hasta el momento en que la deformación era irreversible. Se sabe que dicho procedimiento no causaba ninguna tara, pero se desconoce si alteraba la percepción de la realidad.

Trepanación craneana Paracas
La trepanación craneana Paracas consistía en perforar hábilmente con puntas de obsidiana una parte del hueso craneano, el cuál era posteriormente cubierto por una lámina de oro u otro metal.
Esta práctica de la trepanación en paracas es más extensa y perfecta que en cualquier otro lugar del mundo; Una trepanación craneana se tornaba delicadísima, porque cualquier desliz del cuchillo de obsidiana hacía llegar su hoja a la masa cerebral, causando un daño irreparable o tal vez la misma muerte. Pero la mano segura del cirujano esgrimía el cuchillo con pericia, logrando la penetración necesaria en la corteza osea, sin detrimento del encéfalo.
Las anestesias debieron cumplir un papel importante a estas alturas, la chicha macerada o el San Pedro (potente alucinógeno), sirvieron para adormecer al paciente.

Profundizamos el estudio Sobre
LA TREPANACIÓN CRANEANA DE PARACAS
La trepanación craneana es una técnica quirúrgica empleada por los paracas, a través de la cual se intervenía al paciente que había sufrido traumatismo craneano. Esta práctica tal vez debió surgir de la guerra. En ella, los gruesos turbantes de algodón no siempre supieron amortiguar los golpes contundentes de la porra estrellada de piedra. A la ineficacia del turbante, en estos casos, se debieron los hundimientos y astillamientos del casquete craneal, lo que acarreo el tullimiento parcial o total del individuo, sino la perdida del conocimiento por un tiempo que podía ser indefinido. Para combatir estos casos; y posiblemente los de algunas enfermedades, estaba la trepanación.

El cirujano empezaba por descarnar la herida doblando el cuero cabelludo hacia fuera, a continuación limpiaba la zona dejando a la vista el hueso magullado. Las anestesias debieron cumplir un papel importante a estas alturas, la chicha macerada o el San Pedro (potente alucinógeno), sirvieron para adormecer al paciente. La operación se tornaba delicadísima, por que cualquier desliz del cuchillo de obsidiana hacía llegar su hoja a la masa cerebral, causando un daño irreparable o tal vez la misma muerte. Pero la mano segura del cirujano esgrimía el cuchillo con pericia, logrando la penetración necesaria en la corteza osea, sin detrimento del encéfalo.

Hechos los dos primeros cortes, se procedía a realizar otros dos, paralelos entre sí y perpendiculares con relación a los anteriores, a los cuales tocaban en cuatro momentos, lográndose de este modo cortar en su totalidad la parte del casquete dañado por el golpe. Posteriormente, siempre mediante el cuchillo, accionándolo a manera de palanca, se hacía saltar la capa ósea en mal estado, liberándola completamente, por lo que esa parte del cerebro quedaba al descubierto e iluminada por vez primera por el sol. Luego, siempre cuidando de evitar la infección, la herida era cerrada y suturada, el cuero cabelludo volvía a su lugar y la intervención quirúrgica quedaba concluida. En otros casos, lejos de utilizarse el sistema de los corte en el hueso, se empleó el de la perforación sucesiva al rededor de la zona afectada.

Las perforaciones se intercalaban con nuevas perforaciones hasta que, cerrada y rodeada por los puntos perforantes se hacía saltar a la tapa ósea y quedaba la zona para trepanar completamente libre. El instrumental quirúrgico con el que se hacía esta operación portentosa, es posible conocerlo el día de hoy, pues “en una de las cavernas se encontró un paquete conteniendo cuchillos de obsidiana provistos de sus respectivos mangos manchados de sangre junto con una cucharilla o cureta de dientes de cachalote, roscas de algodón para proteger las heridas, paños, vendas e hilos”.

Esta práctica de la trepanación en paracas es más extensa y perfecta que en cualquier otro lugar del mundo; su mérito estriba en haberse efectuado “in vivo”, esto es en hombre con vida, y no “post mortem”, en cadáver; pero la mayor gloria de la trepanación de Paracas es que el paciente sobrevivió a la operación. Consta esto por la “callosidad osea” que sólo se da con los años y nunca se forma en los muertos. Se trata de una soldadura absoluta entre las paredes de los huesos cortados o perforados y la capa de metal que, a causa de las secreciones cálcicas óseas, queda encajada, segura e inmóvil ¡maravilla de la antigüedad peruana que tuvo por autor al cirujano indio!.
¿QUÉ ES UNA TREPANACIÓN?
La trepanación es una práctica médica que consiste en agujerear el cráneo. Antiguamente se realizaba con el objetivo de eliminar enfermedades consideradas de origen cerebral, mientras que en la actualidad se emplea como acceso quirúrgico en algunas operaciones de neurocirugía, como es el caso de tumores cerebrales o para tratar el hematoma subdural (acumulación de sangre en la superficie del cerebro)  o cuando cursan con hipertensión intracraneal(término médico que define a un incremento en la presión hidrostática del interior de la cavidad craneal).
La trepanación ha sido llevada a cabo tanto por razones médicas como místicas, y de su práctica tenemos indicios desde la era neolítica, pues se han descubierto cráneos trepanados. Se cree, por pinturas encontradas en cuevas, que el hombre neolítico creía que este tipo de cirugía podía curar ataques de epilepsia, migrañas y desórdenes mentales. En la antigua Grecia, Hipócrates explicó el procedimiento para realizar una trepanación. Esto también se practicó en la Cultura Paracas (Perú), donde al finalizar la operación se colocaba una lámina de oro para que se cerrara la herida.

De la misma forma fue practicado por la civilización Inca con el propósito de eliminar fragmentos de huesos o armas, que quedaban incrustadas en el cráneo, luego de accidentes o enfrentamientos bélicos. Uno de los instrumentos utilizados en la cirugía inca, fue el “Tumi” o cuchillo de metal en forma de “T”. Como anestesia se usaba la coca y la chicha en grandes cantidades y se sabe que también conocieron el uso de vendas.
Las Tumas de Paracas

Por el oro encontrado en las Tumbas Paracas se sabe que fueron grandes orfebres. El oro lo conseguían en forma de pepita y las fundían cuando contaban con una buena cantidad, fundiéndolas y luego formando barras que al final eran laminadas por medio del martilleo, formando hilos tan delgados como un cabello humano; después podían cortar, repujar, martillar o incluir un dibujo, fabricando diademas con diseños de vencejos; también existen orejas de felino, narigueras que simulaban bigotes de felino o picos de aves.

Textileria Paracas

Finalmente podemos afirmar que la técnica para la elaboración de tan bellos mantos va desde el cultivo de la fibra y los tintes empleados, hasta los instrumentos usados. Se sabe que producían sus telas usando el telar de cintura, en el que se hacía el trabajo sencillo para uso diario. Las telas más sofisticadas eran elaboradas con técnicas complejas usando algodón y lana.

Los Paracas también elaboraban redes para pescar, debido a que se encontraban asentados muy cerca del mar, por lo que era muy importante para ellos el tener herramientas de trabajo que le ayudaran en su labor.

Los hombres de la Cultura Paracas usaban cotidianamente un turbante llamado “llanto”, así como un unku, una especie de camisa sin mangas que les llegaba a la cintura, algunas veces empleaban escalvinas que se asemejaban a pequeños ponchos, y los hombres usaban un taparrabos y las mujeres un faldón. Calzaban sandalias de fibra vegetal, que podían combinarse con lana y cuero de algún mamífero.

Existe una anécdota que le sucedió al Dr. Julio C. Tello, la que cuenta que en una de sus tantas labores de apertura de un fardo funerario, después de haber tomado las precauciones necesarias, procedieron a retirar capa por capa cada manto que cubría el fardo, encontrando vistosos textiles y finamente bordados, así como ofrendas colocadas entre cada uno de ellos, y al llegar al final y abrir el fardo no se encontró nada en su interior, únicamente una pequeña bolsa con frijoles negros. Nunca sabremos qué pasó.

Más Sobre los Tejidos de Paracas 

Los tejidos Cavernas se caracterizan por ser de tipo geométrico y rígido, predominando la técnica de doble tela. En ellos existe aún una fuerte reminiscencia en la representación del felino o seres antropomorfos geometrizados con cabellos serpentiformes.

Los tejidos Necrópolis, en cambio, presentan mayor maestría y delicadeza en los diseños debido a que eran bordados, lo cual permitía obtener hermosos motivos y creaciones llenas de color.


Se representa “Personajes” sosteniendo báculos o cabezas trofeo con fajas que atan a su cintura y se transforman en serpientes bicéfalas, con tocados rematados en un cuchillo ceremonial, nariguera, bigotera, etc. En segundo orden, destacan los diseños naturalistas tomados tanto de flora y fauna tales como: serpientes, aves, felinos, peces, frutos, flores, etc. 


A esta época corresponden los mantos ceremoniales que se caracterizan por presentar una tela llana base sobre la cual se bordan los motivos decorativos en lana de camélido teñido en la más diversa armonía de colores, haciendo de estos tejidos los más bellos del arte textil

Una de las razones que más ha contribuido para dar a conocer a la cultura Paracas es la riqueza de sus textiles, resaltando los que pertenecen al periodo de Paracas Necrópolis, que tiene una antigüedad de 500 años ac y constituye una expresión cultural de máxima belleza.

Desde la época de la conquista se documenta la presencia de estos textiles, conociendo que se ofrecían textiles como parte integral de negociaciones diplomáticas y militares, como bienes de sacrificio en las ceremonias religiosas y como vestimenta para la muerte.


Es importante observar que los textiles tienen una constante asociación con círculos de alto poder. Los gobernantes de más alto nivel tenían más textiles, tanto en vida como en el descanso final, lo que podría considerarse como símbolo de riqueza; incluso existen ritos que consideran el sacrificio de un textil, por lo que podemos entender su importancia en la sociedad de la Cultura Paracas.

Un aspecto interesante de la religión, en la Cultura Paracas y en todas las culturas prehispánicas, de las que se tiene conocimiento, es el culto a los muertos, demostrando un profundo interés en mantener un sincretismo que incluya todas las tradiciones y ritos, trasmitidos a través de generaciones, así como un infinito cuidado al hacer sus cementerios, fardos funerarios, mantos que cubrían a los difuntos y cada ofrenda y artículo que acompañaban al difunto hacia su viaje final.


CONCLUSIONES Y RESUMEN DE LA CULTURA PARACAS

Paracas, como zona arqueológica, fue descubierta en el año 1925, en los lugares denominados Cabeza Larga y Cavernas. Posteriormente en 1927 encontraron un tercer sitio arqueológico, al pie del Cerro Colorado, entre los dos anteriores de Cavernas y Cabezas Largas; el lugar se ha denominado La Necrópolis Paracas, y se trata de un enorme cementerio, toda una ciudad habitada por muertos enterrados con ropajes lujosos, adornados con objetos ceremoniales y simbólicos. A cada compartimiento se le denominó "cámaras funerarias", de las que había de diferente tamaño, recolectando en total 429 fardos funerarios, envueltos en maravillosos mantos bordados. Las cámaras habían sido construidas sobre los restos de poblaciones más antiguas.

Cada fardo contenía al difunto en posición fetal, envuelto en maravillosos mantos y colocado sobre una canasta. Generalmente iba acompañado de ofrendas, como caracoles, cetros, un turbante, platos de cerámica con algunas mazorcas de maíz, algunas piezas menores de oro cosidas a los mantos, así como instrumentos de cirugía o artefactos para tejer. El fardo era un completo ajuar funerario, cuidadosamente colocado con el difunto para acompañarlo en su viaje final, pudiendo entender que cada objeto tuvo una relación, en vida, directa con el difunto.

Otro de los aspectos que llama la atención en la cultura Paracas es la "trepanación de cráneos", desconociendo hasta el momento qué las originó; sin embargo, existen teorías que afirman que en esa época las fracturas de cráneo eran constantes en las batallas, otra idea propone que cuando se presentaban dolores de cabeza se hacían trepanaciones. La operación se efectuaba anestesiando al paciente; se cree que la coca, el alcohol y hasta la hipnosis pudieron servir de analgésicos.

Luego con un cuchillo de obsidiana, que cumplía las funciones de bisturí, se cortaba el cuero cabelludo y los músculos necesarios hasta llegar al hueso. Ahí había tres opciones: retirar el área afectada, la que se delimitaba con pequeñas y continuas trepanaciones, limpiar y pulir el hueso que podía estar con fisuras, para que suelde debidamente, y finalmente cortar el perímetro y substituirlo por una placa de oro, después de lo cual se cerraba y se colocaban vendajes.
Otro aspecto muy intrigante es la deformación voluntaria de los cráneos, desconociendo hasta el momento el porqué de las frecuentes deformaciones craneanas en la cultura

Paracas, si era parte de un ritual mágico o religiosos o tal vez un detalle estético. El procedimiento para la deformación era colocando unas almohadillas con armazón de varillas de madera, que colocaban en la frente y en la parte posterior de la cabeza del recién nacido, hasta el momento en que la deformación era irreversible. Se sabe que dicho procedimiento no causaba ninguna tara, pero se desconoce si alteraba la percepción de la realidad.

Por el oro encontrado en las Tumbas Paracas se sabe que fueron grandes orfebres. El oro lo conseguían en forma de pepita y las fundían cuando contaban con una buena cantidad, fundiéndolas y luego formando barras que al final eran laminadas por medio del martilleo, formando hilos tan delgados como un cabello humano; después podían cortar, repujar, martillar o incluir un dibujo, fabricando diademas con diseños de vencejos; también existen orejas de felino, narigueras que simulaban bigotes de felino o picos de aves.

Finalmente podemos afirmar que la técnica para la elaboración de tan bellos mantos va desde el cultivo de la fibra y los tintes empleados, hasta los instrumentos usados. Se sabe que producían sus telas usando el telar de cintura, en el que se hacía el trabajo sencillo para uso diario. Las telas más sofisticadas eran elaboradas con técnicas complejas usando algodón y lana.

Los Paracas también elaboraban redes para pescar, debido a que se encontraban asentados muy cerca del mar, por lo que era muy importante para ellos el tener herramientas de trabajo que le ayudaran en su labor.

Los hombres de la Cultura Paracas usaban cotidianamente un turbante llamado llanto, así como un unku, una especie de camisa sin mangas que les llegaba a la cintura, algunas veces empleaban escalvinas que se asemejaban a pequeños ponchos, y los hombres usaban un taparrabos y las mujeres un faldón. Calzaban sandalias de fibra vegetal, que podían combinarse con lana y cuero de algún mamífero.

Existe una anécdota que le sucedió al Dr. Julio C. Tello, la que cuenta que en una de sus tantas labores de apertura de un fardo funerario, después de haber tomado las precauciones necesarias, procedieron a retirar capa por capa cada manto que cubría el fardo, encontrando vistosos textiles y finamente bordados, así como ofrendas colocadas entre cada uno de ellos, y al llegar al final y abrir el fardo no se encontró nada en su interior, únicamente una pequeña bolsa con frijoles negros. Nunca sabremos qué pasó.

Los tejidos Cavernas se caracterizan por ser de tipo geométrico y rígido, predominando la técnica de doble tela. En ellos existe aún una fuerte reminiscencia en la representación del felino o seres antropomorfos geometrizados con cabellos serpentiformes.

Los tejidos Necrópolis, en cambio, presentan mayor maestría y delicadeza en los diseños debido a que eran bordados, lo cual permitía obtener hermosos motivos y creaciones llenas de color. Se representa personajes sosteniendo báculos o cabezas trofeo con fajas que atan a su cintura y se transforman en serpientes bicéfalas, con tocados rematados en un cuchillo ceremonial, nariguera, bigotera, etc.

En segundo orden, destacan los diseños naturalistas tomados tanto de flora y fauna tales como: serpientes, aves, felinos, peces, frutos, flores, etc.

A esta época corresponden los mantos ceremoniales que se caracterizan por presentar una tela llana base sobre la cual se bordan los motivos decorativos en lana de camélido teñido en la más diversa armonía de colores, haciendo de estos tejidos los más bellos del arte textil


LA CULTURA CHIMÚ
En  la  costas  del territorio Peruano  se desarrollo una  de las más geniales grandiosas  culturas que han florecido   en los actuales  territorios Peruanos  nos referimos  a la  cultura  chimu  heredera de todo un formidable pasdo mochica   que  ha  dado al mundo grandes tesoros   que se pasean por los diversos  museos del mundo .los  especialistas  en  culturas  preincas afirman  que esta  cultura esta importante   como lo  fue en su momento  la  cultura maya  ,azteca , chibcha , por los logros  alcanzados. Se desarrolló en el mismo territorio donde siglos antes existió la cultura Moche. Su núcleo se encontraba  en la ciudadela de Chanchán en el departamento de La Libertad, próxima a la actual ciudad de Trujillo, y a 550 km al Norte de Lima, y se expandió por un vasto territorio, llegando por el norte hasta Tumbes y por el Sur hasta el valle de Huarmey. Por el este, sus límites fueron definidos por la cordillera montañosa, ya que la cultura no logró imponerse en la Sierra. fue residencia de grandes señores, descendientes del mítico Taykanamo, ciudad en donde se centralizaron y redistribuyeron los frutos de la tierra y los objetos manufacturados.os Chimú fueron un estado expansionista centralizado con claras divisiones de clases, herencia de cargos y una burocracia muy compleja.
Surge al decaer el Imperio Wari, abarcó desde Tumbes hasta Carabayllo. Los Chimú fueron un estado expansionista centralizado con claras divisiones de clases, herencia de cargos y una burocracia muy compleja; el poder lo tenía el gran señor llamado Cie Quic y los Alaec, continuaba un grupo con cierto prestigio y poder económico llamado Fixlla y al final se encontraban los campesinos, los artesanos y los sirvientes. El sistema económico y social funcionaba por medio de una red de centros urbanos rurales que se encargaban de la recepción y enviar a la capital los tributos obtenidos. El estado se administró en la ciudad capital Chan-Chan, desde allí se manejo, organizó y monopolizó la producción, el almacenamiento, la redistribución y el consumo de bienes y productos. El culto principal estuvo dedicado a la luna debido a su influencia sobre el crecimiento de las plantas, las mareas y a su utilización como marcador del tiempo; sin embargo, cada pueblo debió poseer sus deidades y santuarios locales. La arquitectura ha permitido definir que los gobernantes vivieron en los palacios y recintos monumentales, mientras el pueblo residió en viviendas de quincha con habitaciones pequeñas y fuera de la arquitectura monumental.
ANTECEDENTES DE LA CULTURA CHIMÚ
En sus comienzos, los Chimús sólo constituían un pequeño señorío o estado regional, como los Incas, del cual iniciaron guerras con afán de conquista contra sus vecinos hasta formar un Imperio. Algunos arqueólogos sostienen que entre sus motivos estuvo el sistema de herencia dinástica Chimú, por el cual los nuevos señores no heredaban nada, ni los palacios, ni las tierras, ni los servidores de su antecesor, sino que debía conseguir todo por su cuenta, lo que obligaba a cada soberano Chimú cuando asumía el mando, a emprender nuevas conquistas que le diesen las riquezas que no había heredado. Según las crónicas recogidas por los españoles, el territorio Chimú había sido gobernado por once soberanos antes de ser conquistado por los Incas en tiempos de Pachacútec. 

Según la memoria oral Chimú, Guacricaur el hijo del fundador Tacainamu inició las conquistas Chimú que fueron continuadas por Nancem Pinco, quien controló las cabeceras del Valle de Trujillo y los Valles Costeños entre Saña y Santa. El gran conquistador Chimú fue Minchancaman el décimo de sus príncipes a quien con razón se le ha llamado el Pachacútec costeño. Pero la expansión Chimú coincidió con la expansión Inca que alcanzó la costa peruana y sometió al gran Imperio Chan-Chán norteño. Los descendientes de Minchancaman sólo fueron príncipes vasallos de los Incas. Cuatro de ellos gobernaron hasta que llegaron los españoles a principios del siglo XVI. Los Chimú nunca sufrieron una derrota a no ser a las puertas de Lima donde los guerreros de Maranga derrotaron a 1 General Chimú, Querrutumi. La derrota de Minchancaman por su rival Pachacútec ocasionó el saqueo de Chan-Chán por las tropas Incas. El gran Tesoro fue fundido y sirvió para hacer una estatua de Wiracocha y adornar las paredes del Koricancha. El Imperio Chimú pasó a ser una provincia del Imperio Inca.
EL APOGEO CHIMU
En el momento de su máxima expansión los Chimús incursionaron hacia la sierra pero en forma limitada y tuvieron bajo su influencia una fracción de Cajamarca, prefirieron tomar contacto y establecer una alianza con el Señor o Rey de Cajamarca, con lo cual los Chimú creían tener así bien guardadas sus espaldas, pero estos cálculos aunque razonables fracasaron. Los Incas se impusieron sobre los dos grandes reinos norteños, el Reino Serrano de Cajamarca y el Imperio costeño de Chimú. Durante su expansión, los Chimús incorporaron numerosos grupos culturales, étnicos y lingüisticos. La gran diversidad de lenguas, característica de la zona andina puede encontrarse también en el territorio Chimú. Las principales lenguas eran la Sec, la Quingnam y la Yunga. Es posible que una variante o combinación de varias de estas lenguas fuera utilizada por los Chimús del mismo modo como los Incas emplearon el quechua, es decir como un idioma imperial que facilitaba las comunicaciones entre todos los pueblos bajo su jurisdicción.
El territorio imperial Chimú puede ser dividido en tres principales regiones según el arqueólogo Moseley:
1.- La región central formada por los valles costeños de los actuales departamentos de la Libertad y Lambayeque, desde el río Moche en Trujillo hasta encontrar el desierto de Sechura. Esta es una de las regiones más ricas del Perú, comparable por sus posibilidades de explotación agrícola a la meseta altiplánica que rodea al lago Titicaca.
2.- La periferia norte con los actuales departamentos de Tumbes y Piura;
3.- La periferia sur que corresponde a la que hoy llamamos costa central o por lo menos a una sección suya entre el río Santa (actual límite entre los departamentos de Ancash y La Libertad) y el río de Barranca al sur. Esta periferia sur tiene valles más estrechos que la zona central Chimú (porque la cordillera andina avanza más hacia el mar) pero en cambio es la zona más rica del Perú desde el punto de vista de sus recursos marítimos.
El Emperador Chimú vivía en una fastuosa y refinada residencia rodeada de palacios y jardines, con un numeroso séquito de cortesanos. Esta sociedad rica y lujosa con su aristocracia llena de privilegios fue creada por las conquistas militares, pero fue mantenida gracias a un elaborado aparato ideológico y policial, hecho de promesas y castigos. El Derecho Chimú era tan severo como el Derecho Inca, con penas como al sacrílego que era enterrado vivo, el adúltero desbarrancado, pero sobre todo se tenía el mayor cuidado en castigar los delitos contra la propiedad privada, de este modo la nobleza defendía sus propios intereses. Cuando ocurría un robo, los señores y sacerdotes chimús sostenían que todo el Universo había sido transtornado, los Dioses estaban irritados por este delito contra la propiedad, realizaban diferentes ceremonias religiosas hasta encontrar al ladrón que era castigado con la muerte.
El Estado Chimú tampoco era tolerante con los errores o muestras de incapacidad, por ejemplo al médico que por ignorante o error no curaba un enfermo se le condenaba a morir junto con su paciente.
La justificación última de este orden social reposaba en las creencias religiosas, en este aspecto existía una igualdad de creencia, los príncipes al igual que los campesinos eran creyentes devotos, realizaban todas sus actividades y fenómenos de su vida cotidiana con la creencia que se encontraban bajo el amparo de alguna divinidad. Una huaca (Carquiña) protegía contra diversas enfermedades de la piel. Otra era llamada la Piojosa (Mollep). Tenían conocimientos de astronomía, numerosas estrellas, constelaciones y cuerpos celestes servían de guía a los Chimús en sus diversas prácticas económicas. Es posible (aunque algunos lo niegan) que por encima de todos los dioses menores reconocieran un Ser Supremo Aiapaec y debajo suyo al principio femenino y maternal de la fertilidad representada por SI nombre de la Luna.
Su desarrollo político y social tuvo dos etapas:
- En la Primera Etapa se trataba de un  pequeño grupo focalizado en el valle de Moche y zonas aledañas. 
- En la Segunda Etapa se trataba de un reino  expansivo que contó con diez gobernantes.
Los gobernantes vivían en palacios y recintos monumentales mientras el pueblo residió en viviendas con habitaciones pequeñas y fuera de la arquitectura monumental.
La sociedad Chimú, fuertemente estratificada, basó su economía en la agricultura, complementada con la crianza de animales, la pesca, la caza y la producción artesanal, jugando un papel importante el intercambio de productos a distancia.
La agricultura, base de la economía Chimú, se practicó en gran escala e hizo posible ampliar al máximo la frontera agrícola, mediante una extensa red de canales que se abastecía del agua de los ríos de la costa. Aprovecharon también el agua del subsuelo, habilitando huachaques o campos agrícolas hundidos, que les permitió obtener varias cosechas al año. Conocieron la totalidad de plantas alimenticias nativas y su dieta se complementó con animales domésticos, especies marinas y de agua dulce, de caza y recolección.
El mar fue una fuente inagotable de recursos que los Chimú supieron aprovechar al máximo. Usaron embarcaciones de totora y madera, provistas de redes, pesos y flotadores, anzuelos y otros aparejos, para la pesca en alta mar y en orilla de playa, donde también recolectaron mariscos y algas marinas. Además de grandes pescadores, fueron experimentados navegantes e hicieron largas travesías para aprovisionarse de productos exóticos como el Spondylus sp. o “mullu” de uso ritual, o el guano de las islas, usado como abono en la agricultura.
Durante este período, se planificaron y construyeron nuevos asentamientos urbanos y poblados menores unidos por una amplia y compleja red de caminos. Se incorporaron además nuevos terrenos agrícolas en áreas que hasta ese entonces habían sido desérticas.
El sistema económico y social funcionaba por medio de una red de centros urbanos rurales que se encargaban de recepcionar y enviar a la capital los tributos obtenidos. El estado se administró en la ciudad capital Chanchán, desde allí se manejo, organizó y monopolizó la producción, el almacenamiento, la redistribución y el consumo de bienes y productos.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE LA CULTURA CHIMÚ
 La Cultura Chimú, que tuvo por capital a la célebre ciudad de Chanchán (urbe situada a 5 kilómetros de la actual ciudad de Trujillo), se expandió por el Norte hazta el departamento de Tumbes y por el Sur, hasta el río Rimac (departamento de Lima). Su centro principal, como lo había sido también de sus antecesores Mochicas, hallóse ubicado en los valles de Moche, Chicame y Virú, de la provincia de Trujillo, del actual departamento de La Libertad, como asimismo, en otros valles de los actuales departamentos de Lambayeque y Piura. Esta cultura se desarrolló entre los siglos XIII y XV de nuestra Era.
Capital y ciudades importantes:
  La capital del reino de Chimú fué la ciudad de Chanchán. Otras ciudades importantes eran las siguientes: Pacatnamú (de origen Mochica o Tiahuanaco-Wari), que se levanta en el valle de Jequetepeque, en la provincia de Pacasmayo (La Libertad), en cuyas ruinas se observan: ciudadelas, santuarios, pirámides, terrazas, etc.; y Apurlec, edificada entre los valles de Motupe y La Leche (Lambayeque), enorme urbe, que, según, Horkeimer, es más grande que Chanchán, con un área de 27 Km2, en la que sobresalen también: pirámides, huacas, reservorios, acuedictos, conjuntos habitacionales, etc.; todavía desconocida mayormente. Entre otros monumentos que los chimús edificaron figuran: la llamada Fortaleza de paramonga, que, se cree, era propiamente un santuario; y la Muralla del Santa o Mayao,que comienza cerca del mar, en Chimbote, y se interna en el valle del Santa o Mayao. Tiene un largo de 66 kilómetros, con una altura de tres metros, construída de adobe y piedra. 
ORIGEN Y ANTIGÜEDAD DEL REINO CHIMÚ:
 Así como el origen legendario de la Cultura Lambayeque se halla identificado con la llegada y establecimiento en el valle de Lambayeque, de un personaje legendario denominado Naylamp; algo similar acontece con los comienzos de la Cultura Chimú, el él aparece también un personaje mítico llamado Tacaynamo. El mismo que arribó a los valles de la actual provincia de Trujillo; venía, asimismo, acompañado de una lujosa corte de funcionarios y servidores; y, segun se afirma, procedía de "la parte suprema del Perú". Seguidamente, dedicáronse al cultivo de la tierra y a la extracción de productos de la región. Con el correr de los tiempos, el último soberano, Chimú Capac o Grán Chimú, llamado también Minchan Caman o Mincahn Zaman, fué tomado prisionero por Túpac Yupanqui y conducido luego al Cusco. Su reino cayó, así, en el poder de los Incas, siendo incorporado entonces al Tahuantinsuyo (año 1460), más o menos. Fué Huamán Chumo, quién asumió el gobierno del Crán Chimú, pero como vasallo del soberano Inca.
EL IMPERIO CHIMÚ:
"El imperio Chimú fué el estado costeño más poderoso de su tiempo. Controlaba un enorme territorio longitudinal longitudinal que a lo largo de 1,000 kilómetros comprendía numerosos valles costeños, desde el norte de Tumbes hasta Barranco en el sur. O sea más del 40% de toda la tierra agrícola de la costa peruana. Su población ha sido calculada en 500,000 - 750,000 habitantes, de los cuales quizáa el 10% - 15% vivía en centros urbanos. Esto representa un índice muy alto de urbanismo en todo el mundo de esa época, incluyendo Europa".- De "Historia del Perú".-Dr. Pablo Macera.   
PRINCIPALES MANIFESTACIONES DE SU CULTURA
ORGANIZACIÓN SOCIAL
El reino de Chimú fué un estado clasista, es decir, que estuvo organizado a base de clases, con profundas diferencias entre sus componentes.
La integraban:
- El Emperador denominado Chimú Cápac o Gran Chimú.- Suprema autoridad política, religiosa y militar, y, a su vez, cabeza de la sociedad. Vivía en un lujoso palacio en la ciudad de Chanchán, rodeado de una numerosa corte de nobles y sirvientes.
- Los grandes Curacas.- Salidos de la nobleza, dueños de tierras, como los Señores Feudales de la Edad Media. Integraban esta clase también otros jefes locales, esto es, jefes de pueblos sometidos; gozaban todos ellos de gran consideración del soberano.
- La Alta Clase Media.- Cuyos componentes beneficiábanse, asimismo, de la tierra, a la vez que disfrutaban de grandes privilegios como de una vida llena de comodidades.
- Los Campesinos.- Sobre quienes reca&iaacute;a todo el trabajo de la tierra. Era la clase laboriosa a la que, seguramente, pertenecían también los famosos artesanos chimús, que eran numerosos y muy seleccionados.
- Los Sirvientes.- Eran los últimos componentes de la pirámide social; hallábanse consagrados a las faenas del hogar, al servicio del soberano y a la nobleza como de otros personajes de gran figuración social.
ORGANIZACIÓN ECONÓMICA
El Imperio Chimú fue un Imperio inmensamente rico, un estado verdaderamente próspero; poseedor, asimismo, de grandes recursos naturales en cuya área geográfica -su escenario- sobresalen, hoy mismo, las más grandes haciendas azucareras del Perú, las mismas que se hallan entre las principales de América y del Mundo. Habiendo sido la base de tal desarrollo su agricultura floreciente, la explotación de sus grandes recursos marinos, así como la producción voluminosa de sus numerosos centros artesanales; los mismos que dieron origen a una próspera actividad comercial. Además, fueron: el oro y la plata, manifestados en maravillosa orfebrería, que le ha otorgado a Chimú, así como también a los Lambayeque renombre y celebridad en el mundo Contemporáneo.
La economía Chimú se caracterizó por la explotación de los lugares conquistados que tributaban con alimentos, artesanías, trabajo, etc. La especialización laboral obligó el funcionamiento de un sistema de intercambio o trueque que permitió obtener los productos y objetos que cada cual no producía.
La agricultura, base de la economía Chimú, se practicó en gran escala e hizo posible ampliar al máximo la frontera agrícola, mediante una extensa red de canales que se abastecía del agua de los ríos de la costa. Aprovecharon también el agua del subsuelo, habilitando huachaques o campos agrícolas hundidos, que les permitió obtener varias cosechas al año. Conocieron la totalidad de plantas alimenticias nativas y su dieta se complementó con animales domésticos, especies marinas y de agua dulce, de caza y recolección.
El mar fue una fuente inagotable de recursos que los Chimú supieron aprovechar al máximo. Usaron embarcaciones de totora y madera, provistas de redes, pesos y flotadores, anzuelos y otros aparejos, para la pesca en alta mar y en orilla de playa, donde también recolectaron mariscos y algas marinas. Además de grandes pescadores, fueron experimentados navegantes e hicieron largas travesías para aprovisionarse de productos exóticos como el Spondylus sp. o “mullu” de uso ritual, o el guano de las islas, usado como abono en la agricultura.
Durante este periodo, se planificaron y construyeron nuevos asentamientos urbanos y poblados menores unidos por una amplia y compleja red de caminos. Se incorporaron además nuevos terrenos agrícolas en áreas que hasta ese entonces habían sido desérticas.
LA AGRICULTURA CHIMÚ
Son dignos de admiración los formidables sistemas de irrigación con que contaron los chimús. Unos, fruto de su esfuerzo y capacidad creadora, otros, herencia de sus antecesores, los excelentes ingenieros mochicas. De esta manera, el considerable avance de la ingeniería hidráulica, manifestado en la construcción de magníficos canales, acueductos, reservorios, bocatomas, etc., muchos de ellos, extensos y sólidamente edificados, contribuyeron al logro de una agricultura floreciente en sus grandes valles ubicados, mayormente, en los departamentos de Lambayeque, La Libertad, Ancash y Lima. Figurando entre las principales producciones: el maiz, el pallar, el frijol, la calabaza, la yuca, así como el algodón; además, frutales como: el pepino, el pacae, la guanábana, la lúcuma, la guayaba, la ciruela del fraile, etc.
Por otra parte, los Chimús supieron aprovechar también, además de las aguas de los ríos, las de sus "puquios", o aguas que afloran del subsuelo; igualmente, por medio de los Wachaques, o chacras hundidas, una nueva tácnica agrícola, que aprovechó de terrenos sumamente húmedos, lograron sembrar, fundamentalmente, totora, planta ésta que les facilitó la fabricación de aquellos famosos "Caballitos de Totora", eficaz vehículo para sus pescadores activos.
En relación con los grandes valles de la Costa Norte, donde los chimús desarrollaron una agricultura floreciente, creemos interesante reproducir las valiosas referencias que, sobre este particular, hace, el historiador Dr. Macera:
LA PESCA
La extracción de recursos marinos fué fundamental para reforzar la producción alimentaria de los chimús y atender, así, las necesidades de su numerosa población. En razón de ello, fomentaron la pesca en el Océano Pacífico, sirviéndose, mayormente, de los mencionados "Caballitos de Totora", así como de amplias redes y de arpones que les permitieron extraer una gran variedad de peces (dada la riqueza de nuestro mar), moluscos y crustáceos; y hasta cazaron lobos marinos en sus islas vecinas.
LA INDUSTRIA: LOS CENTROS ARTESANALES
Como los chimús no tuvieron que atender solamente las exigencias de su numerosa población, sino también las demandas de sus mercado de "exportación", se consagraron a la fabricación masiva de productos manufacturados. Surgiendo, de esta manera, los grandes centros artesanales, con obreros especializados como: tejedores, ceramistas, metalistas, etc. Chanchán, precisamente, fue famoso como uno de los más grandes centros artesanales y comerciales del Imperio Chimú.
 Las artes
Mientras los mochicas fueron excelentes ceramistas, los chimús, en cambio, han logrado celebridad entre los más EMINENTES ORFEBRES DEL CONTINENTE AMERICANO PRECOLOMBINO. Igualmente, alcanzaron renombre en Arquitectura, por lo que figuran entre los mejores arquitectos de América Prehispánica.
PRINCIPALES MANIFESTACIONES CULTURALES
Los Chimú destacaron en diversas técnicas, las cuales se pueden apreciar en la actualidad en base a las ruinas que se han encontrado, a las cerámicas, a los tejidos y a otros elementos más; que son propios de esta cultura milenaria.
LA ARQUITECTURA CHIMÚ
Una de las características de la sociedad Chimú es su rígida división en grupos sociales y a la vez una de las ideas más aceptadas es que las ciudadelas fueron verdaderos palacios en los que vivía la selecta nobleza, aislada casi por completo  del mundo exterior. Su acceso era restringido, estos palacios no solo servían como viviendas de elite sino que reunían en su interior a funcionarios encargados de recibir los productos que el pueblo entregaba a manera de tributo.
Se cree también que había artesanos al servicio de los nobles y que ciertos sectores del palacio albergaban a los sirvientes y se diferenciaban claramente de la zona habitada por los señores. Se supone que cada de uno de los palacios partencia a un gobernante y que cuando fallecía, era enterrado en el sector de las plataformas funerarias. El palacio le seguía perteneciendo y sus parientes continuaban viviendo en él encargándose de rendirle veneración. El siguiente gobernante tenia que construir su propio palacio en el que viviría y se enterraría al morir. Esto quiere decir que los palacios fueron construidos uno después del otro, según morían los sucesivos gobernantes. Los sucesores del mítico Tacaynamo habrían sido enterrados allí, cada uno en su palacio.
Lo característico de la arquitectura Chimu son sus frisos, los cuales eran elaborados en base a barro y que servían para decorar las paredes. Estos son figuras en plano relieveque cubren totalmente largas paredes. Uno de los lugares en donde se concentra mayor número de frisos es en la ciudad-capital de Chanchán con patios y pasadizos profusamente decorados con figuras geométricas de peces y aves. Se sabe que los frisos tenían vivos colores, lo que hacían que sus motivos resaltaran aun más.
CHANCHÁN
La maravillosa cuidad de Chanchán, capital del reino Chimú, se ubica frente al mar , muy cerca de la desembocadura del río Moche, ocupando alrededor de 24 km se trata de una de las ciudades mas grandes de la América precolombina  y su grandeza asombra a visitantes del mundo entero a pesar de su tremendo deterioro.
En ella es posible distinguir tres sectores diferentes, el principal es un conjunto de grandes recintos rectangulares conocido como palacios o ciudadelas. En torno a esto se encuentra zonas de viviendas menores que conforman una especie de barrios marginales y otros grandes recintos.
Dentro de la ciudad-capital de Chanchán se desarrollaron palacios o ciudadelas; es decir se trata de diez grandes áreas rectangulares delimitadas por muros de barro que alcanzan altura de 10 m todas se orientan de norte a sur y comparten una misma estructurageneral. Al interior el espacio esta dividido en una serie de patios con rampas, pasadizos, habitaciones, estructura en forma de U, plataformas funerarias, depósitos, talleres, grandes posos rectangulares de agua. Generalmente existe una sola puerta de acceso, ubicada en el lado norte. Las ciudadelas son conocidas como: Gran Chimu, Velarde, Squier, Tello, Uhle, Laberinto, Caihuac, Tachuidi, Rivero y Bandelier.
HUACA DE LA RAYA (El Purgatorio)
Ciudadela perteneciente a la Cultura Chimú, de menor dimensión que Chan-Chán. Este complejo urbanístico se encuentra ubicado en Túcume, en el departamento de Lambayeque. Al igual que Chan-Chán se puede apreciar su belleza sin par en sus trazos urbanos, así como en sus edificaciones.
Entre otros complejos urbanísticos tenemos:
- PACATNAMU.- Que de acuerdo a diversos estudios y descubrimientos realizados, en los que se han encontrado numerosos santuarios, se trataría de un centro eminentemente religiosos sagrado.
- HUACA PINTADA.- Este complejo se encuentra ubicado cerca a Túcume, el cual cuenta con hermosos arabescos así como pinturas.
- BATAN GRANDE.- Este complejo en ruinas fueron dadas a conocer por Mario Florián, la cual cuenta con murales estilizando personajes, de complicados atavios.

LOS CAMINOS DE LA CULTURA CHIMU
Los Chimús emplearon una red de caminos que existía probablemente desde antes suyo, y que posteriormente serían aprovechados por los Incas. El arqueólogo Rodriguez Suy Suy ha diferenciado hasta cuatro clases de caminos:
1.- Longitudinales a través de la costa o de la sierra;
2.- Transversales o de penetración (costa - sierra);
3.- Vecinales;
4.- Ceremoniales.
Las vías troncales básicas eran cuatro; tres de ellas longitudinales y una última transversal. La primera corría de Casma a Sullana y avanzaba hacia el Ecuador de Recuay a Cajamarca y luego a la sierra del Ecuador. El camino longitudinal del Oriente pasaba por Huacrachuco y Balsas. El gran camino troncal de penetración comenzaba en Pacatnamú sobre la costa y por Cajamarca llegaba a Chachapoyas y Yurimaguas. Los Chimús estaban así mejor comunicados, para su época, de lo que hoy estamos nosotros. Muchos de estos caminos habían sido hechos durante el Formativo y fueron quizás ampliados durante la expansión Wari. Según Rodriguez Suy Suy los grandes caminos troncales representan otros tantos canales básicos de difusión sociocultural entre diferentes regiones. Mientras que los caminos vecinales estimulaban la cohesión y los intercambios entre los grupos al interior de una sola región.
El TÚMI
 Fue su obra más representativa, el cual representaba al dios Naylamp (divinidad ornitomorfa) a través de la forma de ave. Se trata de un tipo  de cuchillo ceremonial de Illimo. Estaba construido en oro con incrustaciones de soldadita (metal de baja ley) y utiliza como elementos ornamentales: Turquesas y Concha Perlas.
En su estructura el Tumi era: de dos planchas, anterior y posterior, dichas planchas eran delgadas hechas a golpes sobre superficie plana; además las planchas eran soldadas para formar una estructura vacía en el centro. En la aureola es decir en la parte superior de la cabeza se nota que estaba hecho por un semicírculo divido en 5 espacios concéntricos, así mismo se determino que la zona del borde es estrecha y perlada (sector compuesto por 12 elementos decorativos  en forma de S), zona perlada muy estrecha que sirve de división entre los espacios,  zona geométrica basándose en los triángulos tallados, zona constituida por 8 círculos concéntricos en cuyo interior incrustaban turquesas y por ultimo cerraba la decoración un semicírculo  en alto relieve.
Con respecto a su rostro; este representaba un rostro humano con características de aves (antropomorfo), los ojos circulares y profundos y de forma ornitorringe (forma de ave), nariz en forma de ave, boca pequeña y rectangular y de cada lado penden dos orejas pegadas al rostro. Además la cara es más pequeña que la aureola. Y por ultimo el cuerpo: este tenia la cabeza pequeña unida a un cuerpo también pequeño y rectangular, en donde los brazos eran  pequeños, rígidos y pegados al  cuerpo con las manos abiertas, de los hombros  salen dos alas estilizadas en forma rectangular, el  cuerpo termina en borde estilizado a manera de vestido, sus pies son muy pequeños de manera rígida y rectangular.
Por ultimo cabe recalcar que la segunda parte del Túmi esta constituida por un cuchillo ceremonial de dos sectores: una parte rectangular manera de empuñadura y una parte semicircular que concuerda con la aureola superior, formando  un conjunto  unitario.
Las técnicas de orfebrería para trabajar el Tumi era: tallado, repujado, filigrana y soldadura y que para trabajarlo adecuadamente se utilizo instrumentos como  martillos de madera o de metal.
TEXTILERIA CHIMU
La textileria chimú destaca por la versatilidad de técnicas, por su iconografía y por su belleza estética. El hilado consiste en la práctica manual y elemental de unir un conjunto de hilos pequeños para poder lograr un hilo largo y continuo, en esta labor inicial de la textileria se utilizaron diversos instrumentos como el huso.
El huso, es un instrumento manual confeccionado de una varita pequeña y delgada que generalmente se va adelgazando a ambos extremos; se lo emplea junto a un tortero o piruro que se inserta en la parte inferior para que haga contrapeso. Se empieza a hilar tomando de la rueca (donde se ha fijado la fibra que se va a hilar) algunas fibras que son fijadas en el huso que se lo hará girar rápidamente entre el pulgar, el cordial y el índice para lograr enrollar y torcer las fibras ininterrumpidas.
Cuando ya se había obtenido los hilos necesarios se empezaba el tejido ósea el entrecruzamiento o combinación de los hilos para hacer las telas.
Los Chimú confeccionaron telas, gasas, brocados, bordados, telas dobles, telas pintadas, etc. Algunas veces los textiles fueron adornados con plumas y placas de oro y plata, los colorantes se obtuvieron de ciertas plantas que contenían tanino, del molle y del nogal; de minerales como la arcilla ferruginosa y el mordiente de aluminio y de animales como la cochinilla. Las prendas se confeccionaron de la lana de cuatro animales; el guanaco, la llama, la alpaca, y la vicuña y de la planta de algodónnativo que crece en forma natural en siete colores diferentes. La vestimenta de los Chimú consistió en taparrabos, camisas sin mangas con o sin flecos, pequeños ponchos, túnicas, etc.
En la iconografía de los textiles Chimú aparece un personaje central que tiene la cabeza separada del cuerpo. Este ser antropomorfo suele ser simétrico, tiene los brazos extendidos, los pies y las manos dirigidas hacia los lados y casi siempre lleva aretes y un gran tocado en forma de media luna. Su identidad es una incógnita, aunque se dice que tal vez representa a la divinidad de la portada del sol de Tiahuanaco.
Otra imagen que aparece con frecuencia en la iconografía del arte textil Chimú es la de un animal aparentemente felinico que se muestra encorvado.
Su origen se remonta  a la iconografía Moche y Recuay. Generalmente se le  encuentra sentado, su piel de caimán, la lengua de lagarto y tiene cresta y cola que se asemejan a la de un animal prehistórico, a este personaje se le conoce como el animal de la luna.
Por último se determina en base a diversas investigaciones, que la cultura Chimú tiene los tejidos mas grandes hasta ahora encontrados en el Perú prehistorico. Por su tamaño se ha podido determinar que estas enormes telas de algodón en estado natural se usaban para cubrir muros. En este génerodestaca el que ilustra a unos personajes principales con unos prisioneros sujetos por una cuerda, encontrados en los terrenos de la hacienda Mocupe, dentro de una cámara cubierta con una losa de piedra. Este textil media aproximadamente 35 metros de largo en sus estado original y se señala que esto podría ser un acontecimiento mítico o arquetipo de esencial trascendencia para la cultura Chimú.
El hilado consiste en la práctica manual y elemental de unir un conjunto de hilos pequeños para poder lograr un hilo largo y continuo, en esta labor inicial de la textilería se utilizaron diversos instrumentos como el huso. El huso, es un instrumento manual confeccionado de una varita pequeña y delgada que generalmente se va adelgazando a ambos extremos; se lo emplea junto a un tortero o piruro que se inserta en la parte inferior para que haga contrapeso. Se empieza a hilar tomando de la rueca (donde se ha fijado la fibra que se va a hilar) algunas fibras que son fijadas en el huso que se lo hará girar rápidamente entre el pulgar, el cordial y el índice para lograr enrollar y torcer las fibras ininterrumpidas.
Cuando ya se había obtenido los hilos necesarios se empezaba el tejido. El entrecruzamiento o combinación de los hilos para hacer las telas.
Los Chimú confeccionaron telas, gasas, brocados, bordados, telas dobles, telas pintadas, etc. Algunas veces los textiles fueron adornados con plumas y placas de oro y plata, los colorantes se obtuvieron de ciertas plantas que contenían tanino, del molle y del nogal; de minerales como la arcilla ferruginosa y el mordiente de aluminio y de animales como la cochinilla. Las prendas se confeccionaron de la lana de cuatro animales; el guanaco, la llama, la alpaca, y la vicuña y de la planta de algodón nativo que crece en forma natural en siete colores diferentes. La vestimenta de los Chimú consistió en taparrabos, camisas sin mangas con o sin flecos, pequeños ponchos, túnicas, etc.
LAS  VESTIMENTAS
Dicha vestimenta estaba compuesta  de tres artículos principales: El Unku o camisa con mangas, un taparrabo y un llautu o turbante. También se encontraron binchas o bandas con extremidades bifurcadas que seguramente se usaban de adorno en la frente, recalcando que estas bandas eran hechas con la técnica del tapiz kelim y con figuras antropomórficas y zoomorfitas.
LA NAVEGACIÓN EN LA CIVILIZACIÓN CHIMÚ
Los Chimú fueron grandes y eminentes navegantes e hicieron grandes travesías, cuando los conquistadores españoles incursionaron en el mar frente a nuestras costas se encontraron con expertos navegantes en la zona de Tumbes. Ellos eran herederos de grandes conocimientos adquiridos a través de los siglos o de pueblos anteriores a los incas, los hombres de la cultura Chimú utilizaron esos conocimientos tanto para la pesca como para realizar largos viajes con el fin de intercambiar productos con otras regiones del continente.
En base a investigaciones posteriores se llego a determinar que la embarcaciones en la civilización Chimú, fueron de dos tipos:
El Caballito de Totora; el cual se utilizaba para la pesca, hecho de atados de junco, que soportaba a una persona sentada o arrodillada. Estos caballitos son comunes aun en la actualidad y se le puede encontrar en las caletas de pescadores de la costa norte.
La Balsa; esta era de una superficie plana formada por varios troncos y sobre lo que se levantaba uno o dos mástiles en lo que se colocaba una enorme pieza de tela. Esta vela, podía ser cuadrada o  triangular, era el principal medio de propulsión de la balsa y algunas veces se complementaba con los remos, la balsa podía ser bastante compleja, incluyendo una cabina donde dormía la tripulación  y se guardaban las mercaderías, como anclas utilizaban piedras. Las balsas de troncos estaban hechas con una tecnología apropiada para nuestro mar, especialmente acondicionado para llegar hasta la orilla de playas poco profundas. Un sistema particular era el de los Huauras; eran tablones que iban colocados entre los troncos en la proa y en la popa. Al subir y bajar estas huauras controlaba la dirección de las balsas. El sistema era tan eficiente que se podía navegar incluso en contra del viento.
CERÁMICA DE LA CULTURA CHIMÚ
La cerámica chimú, procede de la Mochica, pero es inferior a ésta, tanto en su aspecto estético y la técnica de su elabotación y acabado, como en la calidad de los materiales empleados. Además, nótase la ausencia de los finos y expresivos dibujos escenográficos, como, asímismo, las excelentes esculturas de arcilla, que tanto distinguieron a los mochicas.
Esta cerámica se caracteriza, además, por el empleo de un solo color: negro brillante, pero se han encontrado también ejemplares de color gris, a causa, seguramente, de que el artista no aplicó debidamente loa técnica del cocido; excepcionalmente, hay piezas finas, y otras de color marrón, con un acabado poco perfeccionado.
La forma de los ceramios fué, mayormente, globular con gollete o asa puente en forma de estribo que remata en un sólido pico cónico.
EL ARTE PLUMARIO
 "Los chimús fueron eximios en labrar tejidos de plumería. Esto lo lograron con plumas de aves costeñas o selvícolas, podrían muy bien competir con los elaborados por los tejedores aztecas. Los mantos amarillos con superposiciones de pájaros azules son una muestra de lo que queremos subrayar.
Se hacían sobre un tejido básico de algodón y en ciertas hebras se anudaban los tallos hendidoas y rebajados de las plumas luego de doblarlos para alcanzarles permanencia en la hechura. El manto de plumas así acabado se mostraba, sencillamente, hermosísimo, pasando a integrar el vestuario ceremonial con calidad, a más de bello, de impermeable".
Los ceramios Chimú cumplieron dos funciones, como recipientes para uso diario o doméstico y los ceramios de uso ceremonial o para ofrendas de los entierros; los primeros fueron elaborados sin mayor acabado mientras los funerarios muestran bastante dedicación.
Las principales características de las vasijas Chimú son una pequeña escultura en la unión del gollete con el arco, su fabricación moldeada para la cerámica ceremonial y modelada para uso diario, su coloración generalmente negro metálico con algunas variantes, su brillo característico se obtenía humeando la vasija que previamente había sido pulida.
En pequeñas cantidades también se elaboraron ceramios de colores claros. En la cerámica se han plasmado muchas representaciones realistas como animales, frutos y personajes, así como, escenas míticas
RELIGIÓN DE LA CULTURA CHIMÚ
El culto principal estuvo dedicado a la Luna debido a su influencia sobre el crecimiento de las plantas, las mareas y a su utilización como marcador del tiempo; sin embargo, cada pueblo debió poseer sus deidades y santuarios locales.
Los Chimú decían descender de cuatro estrellas, de las dos mayores los nobles y la gente común de las otras dos. Creían que el alma de los difuntos iba hasta la orilla del mar, desde donde era transportada por los lobos marinos hacia su última morada en las islas.
También por el mar arribó a estas tierras Taykanamo, héroe fundador de la dinastía de gobernantes Chimú, cuyas momias fueron veneradas en grandes ceremonias. A la llegada de los españoles, en el antiguo territorio Chimú se hablaba hasta cinco lenguas, pero prevalecía la lengua “muchic”.
LA METALURGIA CHIMÚ
Los artesanos Chimú fueron diestros en la confección de objetos de metal.  Los metaleslos trabajaron en talleres divididos en secciones para cada caso del tratamiento especializado de los metales; trabajaron el enchapado, el dorado, el estampado, el vaciado a la cera perdida, el perlado, la filigrana, el repujado sobre moldes de madera, etc. Con todas estas técnicas elaboraron gran cantidad de objetos como vasos, cuchillos, recipientes, figuras de animales sólidas o vacías, brazaletes, alfileres, coronas, etc.
Al igual que los artesanos de la cultura Lambayeque utilizaron el dorado y el plateado de superficies. Mediante estas técnicas elaboraron adornos como collares, orejeras, mascaras, y objetos diversos como pinzas para depilación, agujas, anzuelos, cucharitas, vasos, entre otros. Para realizar las aleaciones recurrieron a combinaciones de ácidos que se encontraban naturalmente. Los minerales debieron ser obtenidos de minas, de atajos abiertos de los ríos y de socavones. Los metales más usados fueron el cobre, la plata, el oro y el estaño. Este mineral extraído se molía en batanes para poder separarlos de otros minerales o impurezas en seguida se fundían en un horno que tenía como combustible carbón vegetal y mineral; constantemente debieron avivar las brasas soplándolas con tubos largos para así elevar la temperatura.
COMO SE FUNDIAN LOS METALES
El mineral extraído se molía en batanes para poder separarlos de otros minerales o impurezas en seguida se fundían en un horno que tenía como combustible carbón vegetal y mineral; constantemente debieron avivar las brasas soplándolas con tubos largos para así elevar la temperatura.
Trabajaron los metales con singular maestría, pero en lo que ha logrado superar a los demás pueblos de América Precolombina, a excepción de los Lambayeques, fue en la orfebrería, es decir, en la elaboración de joyas. Pues, muchas de éstas, confeccionadas en oro y plata, fundamentalmente, ponen de manifiesto un arte y una técnica sumamente avanzados, esto es, con altos niveles de perfección.
Como eximios orfebres llevaron, pues, el arte de la metalurgia a un grado superior, no obstante haber empleado solamente herramientas primitivas.
Su técnica comprendió: el moldeado, la forja, el laminado, el soldado y el dorado.
Nuestros museos, tanto estatales como particulares, exhiben tales obras primorosas del arte orfebre Chimú.
Goza, asimismo, de fama mundial el museo particular del señor Miguel Mujica Gallo, en Lima, y en él la maravillosa colección "ORO DEL PERÚ", formada por bellísimas y deslumbrantes joyas, como: vasos sagrados y máscaras ceremoniales de oro laminado y adornados de turquezas, recipientes de plata martillada y repujada, así como otras figuras diversas también de oro tales como: pectorales, pulseras, diademas, aretes, anillos, guantes, narigueras, collares, adornos y vajilla.
 Gozaba igualmente, de fama universal el famoso Cuchillo de Oro de Illimo (Tumi), maravillosa pieza de oro que representaba al dios Ñaimlap o Naimlap, lamentablemente sustraída (robada) del Museo Nacional de Arqueología y Antropología d Pueblo Libre (Lima), y rescatados sólo partes de él, completamente destrozadas. Un rudo golpe para nuestro patrimonio cultural.
Vaso de oro Chimú
Los artesanos Chimú trabajaron los metales en talleres divididos en secciones para cada caso del tratamiento especializado de los metales; trabajaron el enchapado, el dorado, el estampado, el vaciado a la cera perdida, el perlado, la filigrana, el repujado sobre moldes de madera, etc.
Con todas estas técnicas elaboraron gran cantidad de objetos como vasos, cuchillos, recipientes, figuras de animales sólidas o vacías, brazaletes, alfileres, coronas, etc.
Para realizar las aleaciones recurrieron a combinaciones de ácidos que se encontraban naturalmente. Los minerales debieron ser obtenidos de minas atajo abierto, de los ríos y de socavones. los metales mas usados fueron el cobre, la plata, el oro y el estaño.
El mineral extraído se molía en batanes para poder separarlos de otros minerales o impurezas en seguida se fundían en un horno que tenía como combustible carbón vegetal y mineral; constantemente debieron avivar las brasas soplándolas con tubos largos para así elevar la temperatura.
EL ORO DE CHIMÚ
"El oro se ha llamado el viejo y glorioso metal. La plata es empaña, el hierro en enmohece, pero el oro hace a la vida suntuosa; adquiere una luminosidad refulgente, casi bruñida, aumenta el fausto. Los españoles quedaron asombrados por la cantidad de oro que encontraron en estos reinos. Incluso antes que los españoles, los Incas al conquistar el reino Chimú, saquearon una enorme cantidad de ese metal. Garcilaso de la Vega, el Inca, ha observado que el oro que despojaron a los Chimús se fundía y con el se formaba grandes estatuas, tales como la del Dios creador, Wiracocha, y la de la Mama Ocllo, la legendaria progenitora de la dinastía Inca. También crearon un gigantesco sol y, además, enrollaron una ancha cinta de oro macizo alrededor del Coricancha, su grán Templo del sol".
    Como Colofón a todo esto una colonia de herreron Chimús se instaló en el Cusco, donde, decía Cieza de León, "vestían a la manera de su tierra y podían ser reconocidas por las insignias que llevaban a la cabeza".
ORFEBRERÍA DE LA CULTURA CHIMÚ
La cultura Chimú fue la mejor exponente de la orfebrería y metalurgia de toda la región costeña del Perú. Sus artesanos dominaron muchas de las técnicas utilizadas para moldear el oro, la plata y el cobre, y las más diversas aleaciones.
 La cultura Chimú sobresalió entre las civilizaciones prehispánicas por sus finos trabajos de orfebrería. Sus artífices dominaban muchas técnicas y usaban sobremanera el repujado y martillado en la mayoría de sus productos. Además de trabajar con oro y plata, lo hicieron con diferentes aleaciones.
La técnica metalúrgica de esta cultura fue tan extraordinaria que los incas trasladaron al Cusco a muchos orfebres chimues para que enseñaran el arte de labrar los metales a sus similares cusqueños. Confeccionaron joyas de oro y plata, los tumis o cuchillos de corte semicircular, los vasos ceremoniales, así como orejeras y mascaras, todos en fino oro incrustaciones de turquesas.
La  civilización Chimú (1000-1470) fue el mayor imperio que controló la costa norte del Perú antes de los Incas. El imperio Chimú estableció su capital en Chan Chán (cerca a la actual Trujillo). Fue la mayor ciudad en América precolombina y la más grande de adobe en todo el mundo.
1 Orejeras de oro. Eran de gran tamaño para destacar la importancia de quien las llevaba. Se usaron hasta la conquista europea y los españoles llamaban "Orejones" a la élite inca
2 Vaso de oro que representa una deidad con cetro real. Se usaba para tomar chicha en ceremonias rituales, normalmente en dos vasos. Dos personas tomaban de cada uno.
3 Una de las más impresionantes máscaras funerarias. Cuando los Incas conquistaron la capital en 1476, se llevaron a los artistas más talentosos a Cusco, adoptando el estilo Chimú
OCASO DE LA CULTURA CHIMÚ
Hacia 1.470, los Chimú fueron derrotados por otra cultura en expansión: los Incas del Cuzco. Los incas trasladaron oro y plata para adornar el Templo del Sol.
Características
Surge al decaer el Imperio Wari. Los Chimú fueron un estado expansionista centralizado con claras divisiones de clases, herencia de cargos y una burocracia muy compleja; el poder lo tenía el gran señor llamado Cie Quic y los Alaec, continuaba un grupo con cierto prestigio y poder económico llamado Fixlla y al final se encontraban los campesinos, los artesanos y los sirvientes.
El sistema económico y social funcionaba por medio de una red de centros urbanos rurales que se encargaban de recepcionar y enviar a la capital los tributos obtenidos.
El estado se administró en la ciudad capital Chan Chan, desde allí se manejo, organizó y monopolizó la producción, el almacenamiento, la redistribución y el consumo de bienes y productos.
El culto principal estuvo dedicado a la luna debido a su influencia sobre el crecimiento de las plantas, las mareas y a su utilización como marcador del tiempo; sin embargo, cada pueblo debió poseer sus deidades y santuarios locales.
La arquitectura ha permitido definir que los gobernantes vivieron en los palacios y recintos monumentales, mientras el pueblo residió en viviendas de quincha con habitaciones pequeñas y fuera de la arquitectura monumental.
ESTUDIOS REALIZADOS DE LA CULTURA CHIMÚ
Alfred L. Kroeber
En 1925 el término Chimú fue utilizado por primer vez por este arqueólogo, al describir un conjunto de diferencias estilísticas de la última tradición alfarera de la costa Norte del Perú. Kroeber definió seis unidades estilísticas denominadas:
•Geométrico tricolor,
•Trípode cursivo,
•Cursivo moderado,
•Recuoide rojo - blanco - negro,
•Chimú negro tardío y
•Chimú rojo tardío.
Los tres primeros se vinculan a los estilos alfareros del Horizonte medio, mientras que los estilos Chimú empiezan antes de la conquista Inca de esta región y persisten hasta el periodo colonial
Christopher B. Donnan y Carol Mackey
Sus estudios nos proporcionan información sobre los entierros llevados en cabo en esta época. Inicialmente, los muertos eran enterrados en arena o en las plataformas funerarias dejadas por los Moche. Los cadáveres eran puestos en posición flexionada y sentada. La diferencia con los entierros anteriores es la menor cantidad de cerámica utilitaria y un incremento en el uso de vasijas elaboradas. En algunos casos, las vasijas partidas se colocaban en la cabeza del muerto. En los últimos tiempos se incrementa la cantidad de ofrendas de cerámica y metal.
Alan Kolata
Sobre la base arquitectónica de Chan Chan, la seriación de los adobes y la cronología efectuadas en 1979, este investigador ha propuesto una secuencia para la construcción de la ciudad, siendo el núcleo original la ciudadela Chayhua-Uhle, al Sureste del sitio. A partir de ésta creció hacia el Oeste, con las ciudadelas Tello y Laberinto. En una segunda fase se edificó la ciudadela Gran Chimú y la gran muralla que limita el norte de la ciudad. Finalmente, en la tercera y mayor etapa de construcción se edificaron Velarde al Oeste, Bandelier al Norte, y Tschudi y Rivero al Sur.
CULTURA WARI
Aproximadamente hacia los finales de los 700 años d.C. empieza a producirse un fenómeno más o menos homogéneo con el surgimiento de la cultura Wari la cual corresponde al Período del Horizonte Medio (800 a 1,100 d.C), y aunque no se ha precisado el tipo de control e influencia que ejerció sobre otras culturas regionales, logró cierta unificación y expansión de una cultura propia.
En la textilería se observa una fusión de estilos, por un lado de policromía y sentido no figurativo de Nasca, con la lógica estructural y ordenamiento de los
Wari. A su vez el arte Wari contiene fuerte "influencia" del estilo Tiahuanaco sobre todo en la representación iconográfica de personajes alados portando báculos, tal como aparece en la litoescultura de la Portada de Tiahuanaco. Estos personajes, también llamados "ángeles", son los mas representados en la iconografía Wari. Los diseños pasan por un proceso de fragmentación, sustitución, distorsión, dislocación y estilización geométrica hasta desaparecer casi por completo el diseño original y quedar solo en una composición de símbolos abstractos. Los tejidos Wari son de calidad inigualable, tanto en la técnica del tejido que preferentemente fue la del tapiz, como en la finura del hilado, asimismo en la estilización y armonía de diseños y colores. El tejedor explotó al máximo las posibilidades de diseño y color manufacturando camisas (unkus), fajas, bolsas, gorros de cuatro puntas trabajadas en la técnica de "simili velour", la cual produce una textura aterciopelada.
INTRODUCCION
El imperio Wari es sin duda uno de los puntos más altos de desarrollo en los andes centrales durante la historia, algunos plantean que no tiene esta particularidad, es decir que no fue un imperio ya que no posee evidencias escritas para comprobar ello entre otros aspectos. Pero lo más importante es lograr observar las demás fuentes que dejaron, lo que permitió que Wari someta a otros estados mediante la violencia y su ideología así como también comprender su caída abrupta producto de las contradicciones internas y al descontento del pueblo Wari.
Para ello usaremos nuestras capacidades de retención, imaginación e interpretación de las situaciones dadas en este periodo de nuestra historia y así poder entender cuales fueron sus ventajas que hicieron posible la formación de este “imperio” así como también poder reflexionar con respecto a los errores administrativos y sociales que conllevaron de la mano su caída irremediablemente.
Sin duda esto nos servirá como modelo de lo que debemos y no debemos aplicar en una sociedad y así poder forjar el crecimiento junto con el desarrollo, aspectos que hoy en día son aplicados en forma independiente.
Los wari fueron una civilización que fue floreciendo en el sur de los Andes entre los
Años 500 hasta 1000 años D.C.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE LA CULTURA WARI
La cultura Wari se desarrolló hacia fines del período denominado Horizonte Medio en el área de Ayacucho. Donde comenzó a desarrollarse una tradición de centros urbanos con influencia Nazca y Tiahuanaco, la cual se sobrepuso a Nazca. La cultura Wari empezó su expansión hacia el norte, sur y oeste, y en poco tiempo, la zona del Perú central estaba bajo Wari.
El Estado Wari se expande hacia la sierra norte hasta Callejón de Huaylas, hacia la sierra sur de Cuzco y en la costa central y sur; ¿Wari llegó hasta Cajamarca por el norte, La Libertad, Moquegua y Sicuani por el sur.
En cuanto a la cronología he podido apreciar pequeñas diferencias según la fuente de información: unos dicen que es desde 550 d.C. hasta 1,000 d.C., y otros que va desde 600 d.C. hasta 1,100 d.C.
La cultura Wari se originó en un medio ambiente difícil: la región de ayacucho. Esta es una zona seca y árida en la que resulta muy difícil cultivar debido a los suelos pedregosos y a la escasez de agua. Todas estas características del medio donde se desarrollo son la razón de su nombre. La palabra Wari es un Vocablo quechua que significa indómito y agreste
Para superar esta limitación, los Wari realizaron obras de canalización y drenaje y crearon andenes en las laderas de los escarpados, cerros, ampliando la superficie cultivable de modo significativo.
Las punas ubicadas al sur de Ayacucho significaron una rica fuente de recursos, por encontrarse cubiertas de pastos y ser un refugio para la mayoría de las vicuñas de nuestro país. En esta zona se cultivaron tubérculos como la papa, el olluco, la mashua y la coca.
Patrón de asentamiento
Los waris fueron los primeros en desarrollar la idea de “ciudad” en el área andina. Levantaron grandes complejos arquitectónicos, con enormes muros que encerraban las casas, almacenes, calles y plazas. Construyeron edificios para la administración civil y para las guarniciones militares y sus núcleos urbanos estaban organizados en barrios de artesanos, como los de ceramistas o de tejedores. Todas las construcciones eran amplias y de un solo piso, siguiendo una arquitectura planificada, rectangular y simétrica que demostraba un alto grado de jerarquización social. Dada su enorme extensión, el estado mantenía enclaves en distintas partes de su imperio, tales como los descubiertos en los valles de Nazca o de Moquegua.
ORIGEN DE LA CULTURA WARI
El estado imperial Wari o Huari, se formo sobre la base de un pequeño reino ubicado en la zona que hoy corresponde al departamento de Ayacucho y que se le conoce como el reino Huarpa. Este pequeño reino tenía, antes del siglo X intenso comercio con nazca y con la zona del altiplano. En sus orígenes, Wari fueron una etnia que absorbió los rasgos de la cultura Huarpa, algunos elementos de la cultura Nazca y caracteres de la religión Tiahuanaco.
DESARROLLO DE LA CULTURA WARI
La cultura Wari se desarrollo gracias al gran avance de la agricultura y la ganadería pudo expandirse por casi todo el territorio peruano. Por ello se le conoce como la cultura Pan andina, para una buena administración de las regiones sometidas se tuvo que crear los Centros Urbanos Administrativos (ciudades cabeza de región). Este imperio se expandió mediante conquistas militares que les permitió alcanzar su máxima extensión de manera muy rápida lo cual también facilito su decadencia
CULTURAS INFLUYENTES PARA LA CULTURA WARI
La cultura Wari es una síntesis de tres importantes culturas como Huarpa, Nazca y Tiahuanaco. Adopta la organización rural de los huarpas, gracias a la interacción entre la tecnología y el comercio de los nazca existirá mejoras en la artesanía como la cerámica; De los tiatuanaco adoptan sus dioses, sus mitos y sus leyes.
ORGANIZACIÓN SOCIAL DE LA CULTURA WARI
Debido a su orientación urbana y militar, Wari mantenía una fuerte jerarquía social, encabezada por las clases dirigentes. Los sacerdotes y en especial los guerreros, debieron haber ocupado un lugar importante dentro de la sociedad, la cual ejercía su poder desde los centros urbanos. Esta pirámide social tenía en su base a una gran masa de agricultores y pastores. Algunos piensan que Wari y Tiahuanaco formaban un estado dual, donde Wari mantenía el centro del control político y militar, mientras Tiahuanaco se encargaba de las actividades más ceremoniales. Si bien ésta es sólo una hipótesis sin mayor fundamento, es indudable que ambos imperios mantuvieron conexiones, así como rivalidades económicas y políticas.
La superpoblación de la ciudad, el abandono del campo y quizás una sequía origino la carencia de productos alimenticios que por un corto tiempo debió solucionarse mediante el intercambio de artesanías por productos agrícolas hasta que fue insuficiente y optaron por la conquista por medio de la guerra, ósea por la explotación de las colonias conquistadas, esto debió ocurrir entre los años 800 dc. Al 1200 dc.; llegando a constituir su imperio que abarco desde Cajamarca y Lambayeque hasta Sicuani y el norte de Arequipa. Los tributos se hicieron posible al mantenimiento de las grandes ciudades fundadas como colonias y crearon al mismo tiempo un intercambio de productos e ideas similares a lo largo y ancho de los andes centrales.
En lo social el aporte Wari fue especialmente trascendente y significativo, pues, como ya se ha indicado, los waris hicieron la revolución urbana, dieron lugar al nacimiento del estado, secularizaron la sociedad y el poder, organizaron las comunidades en ayllus, inventaron la planificación y el urbanismo e impusieron sus patrones de asentamiento urbano en todo el mundo andino. En la Comarca, salvo Caja marquilla, no quedan otros restos materiales de la actividad Wari en el campo del urbanismo, pero en la estructura de la sociedad Yunga de la época el impacto fue notorio y los cambios importantes. El resultado de los mismos se aprecia con claridad cuando se estudia la organización y realizaciones de los señoríos y cacicazgos de los valles comarcanos en el periodo siguiente o se advierte la estructuración dual que muchas comunidades campesinas tienen hasta hoy.
ORGANIZACIÓN POLITICO – MILITAR DE LA CULTURA WARI
Para asegurar sus conquistas y administrarlas debidamente los Wari establecieron, en puntos estratégicos del territorio imperial, enclaves que oficiaban de centros administrativos y lugares de captación de recursos provinciales y remisión de los mismos a la metrópoli. Crearon así, planificada mente, los centros de Viracocha Pampa, en Huamachuco, Vilca Huain, en Huaraz, Wari Vilca, en Huancayo, Cajamarquilla, en Lima y Pique Llaqta, en Cuzco. Naturalmente, también construyeron una red que vinculaba dichos sitios entre sí y los comunicaba directamente con la metrópoli, para permitir el envío de los tributos provinciales, el ir y venir de los comerciantes y en especial la rápida marcha de los ejércitos conquistadores para así extender su territorio.
Parece que los Wari practicaban una política colonialista centralizada, en que solo interesaba el beneficio de la metrópoli en función de la máxima explotación de los territorios colonizados o conquistados. Por ello, sus asentamientos tenían la condición de verdaderos enclaves coloniales creados para controlar, política y económicamente el territorio en el que se asentaban. Los Centros Administrativos eran verdaderas "factorías" que focalizaban la actividad comercial de la región, captaban su producción, la almacenaban y la remitían a la metrópoli ayacuchana, todo ello dentro de las seguridades del caso. Por eso los Centros se rodeaban de altas murallas concéntricas y las zonas de habitación dentro de ellos eran cerrados recintos a los que sólo se podía ingresar escalando los muros desde estrechas callejas, que eran sustituidas, en muchos casos, por caminos que discurrían por lo alto de los gruesos murallones. Por eso también, los integrantes de la burocracia administrativa y las guarniciones militares imperiales no se afincaban en las provincias y regresaban a Wari tan pronto coma cumplían su misión de servicio y en caso de fallecimiento eran llevados al solar nativo para que los auquis tutelares velaran por ellos, y el Dios de los Báculos pudiera incorporarlos a su séquito de seres alados. Probablemente esta es una de las razones por las que en las provincias casi no existen pueblos, palacios y cementerios Wari y tampoco templos o sitios ceremoniales, no obstante tratarse de gente que practicaba una religión ecuménica con fuerte sentido proselitista.
Centralización
WARI
Colonias urbanas
Colonias urbanas
ORGANIZACIÓN ECONOMICA DE LA CULTURA WARI
La infraestructura económica Wari alcanzo gran despegue gracias a la agricultura, Ganadería, comercio y artesanías como la arquitectura, cerámica y orfebrería. Wari era un estado con un fuerte desarrollo urbano, aun cuando en zonas más periféricas conservaba un carácter aldeano y campesino. Mantuvieron intercambio económico y cultural con otros estados, especialmente con Tiahuanaco, con el cual aparentemente las relaciones eran tensas.
Su economía estaba basada en la agricultura de productos como el maíz, la papa y la quinua, así como en la ganadería de llamas y alpacas. Wari fue una sociedad urbana que canalizaba su economía partir de una fuerte planificación. Como resultado, la ciudad se convirtió en el motor de la producción y la distribución de la riqueza agropecuaria y manufacturera. Los Wari impulsaron grandemente la agricultura intensiva, la producción masiva de bienes y productos y un activo intercambio comercial.
Para aumentar la producción agrícola de las provincias y obtener excedentes para reforzar el abastecimiento de la región ayacuchana cuya agricultura no alcanzaba a satisfacer las necesidades de una numerosa y creciente población urbana, los Wari impulsaron la construcción de importantes obras hidráulicas en todo el Imperio; de ellas quedan restos en los valles de Moche y Virú.
La cultura Wari tuvo que desarrollar la agricultura, debido a que su población iba en aumento y no podía ser alimentada sólo con la ganadería, lo cual dio lugar a reemplazar el pastoreo de llamas por el cultivo de papa. Está rápida conversión del pastoreo a la papa, permitió a Wari contar con una importante área de aprovisionamiento para su propia capital.
Para aumentar la producción y productividad de los artesanos provincianos, los Wari promovieron el uso de sistemas que facilitaban la fabricación de ciertos bienes, logrando la estandarización y producción en serie de los mismos.
Tal fue el caso de la cerámica en la que se popularizó el uso de moldes logrando una producción masiva de objetos de gran demanda popular. En toda la costa se practicó dicho sistema, especialmente durante la época tardía en la que se desarrollaron los estilos epigonales, siendo las cerámicas de Lambayeque y Chancay los casos más notables de moldeado.
El activo comercio practicado por los Wari determinó la construcción de grandes centros de almacenaje y de extensas redes de caminos. Ejemplos de lo primero lo constituyen los numerosos Centros Administrativos Wari que existieron en la Costa y en la Comarca la ciudad de Cajamarquilla, con sus extensas y numerosas zonas de colcas y depósitos.
La actividad comercial Wari, que recogía la producción de las regiones costeñas para intercambiarla con la de las serranas, debió ser de gran importancia y ocupar a numerosas personas, pues deja una honda huella en los hábitos de los pobladores Yungas. Tenemos así que, en el periodo posterior, gran parte de los costeños se dedicaba únicamente al comercio, llegando a constituir hasta un tercio de la población en el valle de Chincha. La actividad comercial cumplió un rol destacado; ya que los waris tuvieron varias ciudades ejes que centralizaban la faena mercantil. Eran verdaderos centros coloniales que sometían y explotaban a los pueblos vecinos circundantes (ya que era un estado colonizador, expansivo y guerrero), canalizando, así, Wari la mayor productividad de bienes.
Los caminos debieron jugar un rol vital en el Imperio Wari; no cabe imaginarse su existencia y funcionamiento sin una extensa y eficiente red caminera que sustentara sus relaciones político-económicas. Como todo estado despótico su seguridad y bienestar dependían de la rapidez de las comunicaciones, de la celeridad con que pudieran trasladarse sus fuerzas, conquistadoras o represivas, y del permanente abastecimientos de la metrópoli.
Dichos caminos existieron vinculando Wari con todos los Centros Administrativos Provinciales del Imperio, aunque no conozcamos en la actualidad huellas de los mismos. Unos deben de haber desaparecido por acción del tiempo, otros deben de haber sido involucrados en la red caminera que los Incas implementaron, usando y ampliando las viejas vías existentes, es posible que algunos todavía subsistan escondidos por las anfractuosidades naturales y el polvo de los siglos.
ALFARERÍA DE LA CULTURA WARI
La alfarería Wari se muestra como un crisol de tres distintos estilos. Muchos de sus diseños presentan semejanzas formales con los personajes de Tiwanaku y Pukara, tales como los chamanes alados o el "Personaje de los Cetros", mientras que las formas de las vasijas destacan por sus botellas de dos golletes que evocan la cultura Nazca.
ANDENES Y CAMINOS
Lo más admirable de todo lo que hicieron para el desarrollo de su agricultura, fue la construcción de los llamados andenes, sistema de terrazas construidas en las faldas de los cerros para evitar la erosión del terreno y ampliar la frontera agrícola. También se puede afirmar, según Guillermo Lumbreras, existían caminos entre ciudad y ciudad. Caminos que sirvieron para el desarrollo económico y fundamentalmente para poder controlar el estado de carácter colonizador, expansivo y guerrero.
TEXTILERIA DE LA CULTURA WARI
Los Wari dominaron diversas expresiones artísticas, llegando a producir obras de gran calidad y belleza. Sus influencias Nazca y Tiahuanaco se ven en los tapices y en la cerámica. Los tapices Wari están considerados entre los más finos del mundo, tanto por su belleza estética como por sus imágenes. Fueron elaborados con algodón y lana de camélidos como la vicuña. Los Wari usaron la religión como un transmisor ideológico de dominación, y en ello los textiles tienen un papel predominante, pues es allí que la iconografía se trasladaba físicamente cientos de quilómetros por los territorios dominados. También los ponchos fueron parte de la vestimenta ritual usada en ceremonias rituales, donde los colores brillantes, diferentes técnicas de bordado y compleja iconografía siguen impresionando a los investigadores. Aunque los textiles más antiguos de Wari tienen un estilo más pobre, esta situación fue cambiando a medida que se expandía Wari.
Entre los diseños Wari figura un personaje representado con un bastón en cada mano, una imagen de una de las deidades de la región Wari. Otros diseños utilizados en los textiles son las figuras de ave, las serpientes y los felinos. Las técnicas utilizadas provienen de Moche, y predomina el rojo brillante como fondo de la mayoría de los tapices. Otros colores utilizados son el azul brillante, el amarillo dorado, el blanco y el azulino. El contorno de las figuras es negro, aunque a veces también se ha usado el blanco. Los tejedores Wari fueron “grandes maestros de la armonía y del color”, por su increíble destreza y la gama de colores que aplicaron a sus tejidos.
Los paños Wari son hechos utilizando la técnica de tapicería y están adornados con motivos da diseño abstractos y complejos.
Las túnicas Wari son grandes y están adornadas con motivos de diseño abstractos y geométricos estilizados que se repiten. Por lo general, son hechas con urdimbre de algodón y trama de fibra de camélido.
El gorro Wari es una especie de bonete de cuatro puntas de tamaño más bien pequeño y una textura muy suave y aterciopelada. Los motivos del diseño son abstractos y geométricos estilizados que se repiten.
Las vinchas Wari son hechas utilizando la técnica de tapicería. Los motivos del diseño, que se repiten, son abstractos y geométricos
La bolsa de tela Wari se caracterizan por tener motivos de diseño que incluyen felinos, camélidos, rostros humanos y de animales. Los Wari confeccionaron también hermosos tejidos compuestos por algodón y plumas.
ARQUITECTURA DE LA CULTURA WARI
La arquitectura Wari representativa de la planificación estatal en la sierra, con centros como Pikillacta, en el centro administrativo y político más importante en el territorio Wari. Pikillacta es un centro fortificado construido en el siglo VI que funcionó durante 150 años, y que representa el urbanismo planificado por Wari. La forma de algunos edificios es en algunos casos rectangulares y en otros, cuadrada. Canchas y plazas rodean a los edificios, así como las residencias de la élite política y religiosa de la región. Los muros fueron cubiertos de yeso, y muchas edificaciones fueron de dos pisos. La función ceremonial está representada por una construcción que presenta nichos en las paredes, además de cráneos humanos y objetos metálicos como ofrendas.
El patrón arquitectónico Wari se caracteriza por la independencia de centros urbanos amurallados, bien planificados y ubicados en lugares estratégicos donde la expansión colonial lo requería.
Las murallas de algunas ciudades eran hechas con piedras alargadas unidas con barro, donde los muros alcanzan alturas desde los ocho hasta los doce metros.
El edificio principal del conjunto de Huilcahuain (cerca de Huaraz, en el Callejón de Huaylas; Ancash), el cual fue reconstruido, formaba parte del núcleo urbano de Huilcahuain de considerable tamaño. Está construido con piedras labras; mide quince metros por veinte metros y tiene tres pisos que alcanzan una altura de nueve metros, e internamente tiene un sistema de ventilación
Un rasgo común en las estructuras Wari, como ya se ha mencionado en varias ocasiones, es la construcción de dos o tres pisos.  También podemos ver una sección de una WARI pared de piedra finamente labrada del templo de Moraduchayoq en Huilcahuain. Este conjunto se encuentra amurallado por este tipo de pared. El estudioso Brewster - Wray estima que esta muralla pudo haber sido un camino.
En un sector de Cheqo Wasi en el sitio de Wari se hallaron unas construcciones megalíticas consideradas hoy mausoleos. Están encerradas en un recinto circular y asociadas a un complejo de pequeños cuartos.
CERÁMICA DE LA CULTURA WARI
La cerámica wari tiene una clara influencia Tiahuanaco, y es a partir de Ayacucho que se expandió a través de los territorios conquistados. Son cuatro los estilos que predominan en el Horizonte Medio: Conchopata, Robles Moqo, Chakipampa y Viñaque. Ello implica que en un mismo lugar se puedan encontrar varios estilos cerámicos. El estilo Conchopata se basa en grandes urnas de unos 80 cm. de largo destinadas a servir como repositorio de ofrendas. En su parte externa se ven personajes similares a los de la Portada del Sol de Tiahuanaco. El estilo Robles Moqo procede del mismo Huari, se basa de urnas, cántaros, vasos y figuras de llama, con decoraciones geométricas y naturalistas, donde también están presentes los motivos Tiahuanaco. El estilo Chakipampa, de influencia Nazca, es ordinario y no tiene el carácter ceremonial de los anteriores. Se basa en botellas pequeñas, vasijas modeladas como tubérculos o figuras humanas, decorada con colores blanco, crema, púrpura y gris. Finalmente, el estilo Viñaque procede de la ciudad de Huari, y es considerado un producto de la expansión, pues reúne varios sub-estilos de zonas de Nazca y Lima, además de elementos Robles Moqo y Chakipampa. Sus principales formas son los cuencos semi emiesféricos, cántaros con cuellos-efigie y botellas de dos cuerpos, y sus motivos son cabezas de felinos vistas de perfil, plantas estilizadas, cráneos, entre otros.
FORMACIÓN DEL ESTADO DE LA CULTURA WARI
La cultura Huarpa antes de Huari, se ubicó también en Ayacucho. Su nombre deriva de un río afluente del Marañón. Fueron reconocidos por su producción en la tierra (5 veces más de la que se produce ahora) gracias a su tecnología hidráulica.
Tenemos que remontarnos al estado inicial Huarpa, para responder esta pregunta, mientras era un centro manufacturero sin importancia. Las influencias de Nazca y Tiahuanaco, les permitieron desarrollar intercambios en la costa sur, mientras conseguían urbanismo temprano y experiencias administrativas muchos más amplias que las que se puede conseguir bajo un régimen religioso. Centros administrativos pre-estatales como Ñawinpuquio, Churucana, Tantawasi, Simpapata y Tablapata son muy útiles para investigar el origen del fenómeno Huari, pues presentan cambios sustanciales en sus rasgos arquitectónicos y urbanísticos tales como plazas, canales, vías de circulación interna, canchas y muros divisorios. La diferenciación de espacios en estas ciudades, junto a la iconografía de la cerámica, evidenciaría la gestación de una jerarquización de la sociedad. Poco a poco las aldeas se aglutinarían en un proceso de desruralización, formando centros de producción alfarera sofisticada y en serie.
ESTA A SU VEZ SE DIVIDE EN CUATRO PERÍODOS:
Primera etapa Orígenes (550 d.C - 680 d.C aprox.): Aparece el Estado y la ciudad y hay presencia de imágenes Tiahuanaco en la cerámica (cabe recordar que la influencia de la cultura Tiahuanaco es bien importante en el sentido que aporta religión y tecnología, lo que viene a transformar en cierto sentido la expansión Huari, originándose un fenómeno parecido a lo que es la globalización)
Segunda etapa: Desarrollo (680 d.C - 770 d.C): Durante la segunda fase los cambios son más bruscos, la ciudad la ciudad crece vertiginosamente y el Estado Huari se expande hacia la sierra norte hasta el Callejón de Huaylas, hacia la sierra sur hasta Cuzco y en la costa central y sur
Tercera etapa: Nuevo surgimiento y expansión (770 d.C - 900 d.C): En la tercera fase entra a un periodo de reestructuración política y realizó una segunda expansión en la zona central andina, además que la ciudad de Huari alcanzó su máxima extensión y población
Cuarta etapa: Caída (900 d.C - 1000 d.C aprox.): Hacia la cuarta y última fase se expandirían las fronteras hasta Cajamarca, La Libertad, Moquegua y Sicuani. Huari se despoblaría por un fenómeno climático que afectaron la producción de alimentos, asimismo colapsan los centros provinciales, desapareciendo la administración Huari y su proyecto.
EXPANSIÓN DE LA CULTURA WARI
El tipo de expansión fue militar, así ha quedado demostrado en los radicales cambios que sufrieron las culturas sometidas bajo el imperio Huari, tanto en el plano social, económico, ideológico y cultural. Por la sierra, la cultura Huari se expandió hasta Cajamarca en el norte, y hasta Sicuani, en Arequipa, en el sur. Por la costa, llegó hasta Lambayeque en el norte, y hasta Ocoña y Sihuas, en Arequipa, en el sur.
Teniendo a la guerra y a la difusión de la religión como principales elementos de la expansión Huari, es fácil deducir que en zonas donde existieran estos dos elementos desarrollados localmente existiera una resistencia.
La expansión territorial de la cultura Huari, no implantó estrictamente en todas partes el carácter “imperial”  (es decir un espíritu que guiara toda la actividad humana en el territorio conquistado), sino que fue un proceso de implantación de cultura  urbana, amparado por la base tecnológica, religiosa y artística que aporta Tiahuanaco.  En su proceso de expansión, Huari nunca pretendió gobernar (en su aceptación de ejercer el poder con toda la burocracia administrativa y la fuerza militar necesarias) todas las áreas de intercambio y/o dominadas cultural y quizás religiosamente. Lo que creó Huari fue algo parecido a lo que actualmente denominamos “globalización”, es decir un dominio económico y una integración comercial con impacto en el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo, de los diferentes grupos sociales del área andina.
LA CIUDAD WARI
Mientras Tiahuanaco ofrece en esta expansión imperial, conducida por Huari, sus conocimientos técnicos, artesanía y religión, Huari va a aportar un nuevo concepto de organización poblacional, un nuevo concepto administrativo: La Ciudad.
Esta se ubica a 25 Km. al noreste de la actual ciudad de Ayacucho y a 3,000 m.s.n.m., la cual comenzó a crecer y desarrollarse a finales de la primera fase. La Ciudad se diferenciará del villorrio hasta entonces existente no sólo por sus mayores población y tamaño, sino, sobre todo, por la complejidad de la composición de su fuerza de trabajo y por un modo de vida más sofisticado. La Ciudad debe ser centro de transformación de la producción primaria; albergar una población permanente que exhibe mayoritariamente una clara distribución del trabajo; cumplir con actividades netamente urbanas, tal como ser centro administrativo, control político, religioso y militar.; ser un centro de servicios; y disponer de importantes  edificaciones destinadas al almacenamiento de excedentes.
Pero la construcción de la misma, no fue hecha con una organización planificada, sino que obedece a ciertos patrones desordenados, ya que la ciudad se fue remodelando a medida que llegaban más gente a habitarla, por lo cual esta se fue perfeccionando con el paso de los años.
Así es como el asentamiento, originalmente abastecido bajo una exclusiva base agraria, empieza a vivir de la producción urbana (cerámica más elaborada), en particular (a expensas del campo). Las vasijas eran cambiadas por el maíz en procesos ancestrales de trueque, un sistema de comercio sin dinero (ya que éste les era desconocido) que convocaba a los campesinos para que intercambiasen su producción en el “mercado”. Al crecer la ciudad y como consecuencia aumentar su población, el trueque se torna insuficiente para mantenerla, con lo cual se produce un desplazamiento de la masa poblacional, lo que origina la caída del imperio, siendo esta una de las causas.
EL URBANISMO EN LA CULTURA WARI
Para este pueblo la necesidad de construir ciudades fue que estas representaban poder, lo concentraban para una mejor administración, también otro factor decisivo es que se pudieron poner ciudades alejadas de el centro que era Ayacucho, lo que permitió una mejor gobernabilidad al dividir el poder por región, aunque la clave estaba en tres elementos esenciales para el imperio:
a) La comunicación entre los pueblos conquistados y el poder central.
b) El establecimiento de ciudades dependientes de la administración central.
c) El control de la mano de obra, para ser aprovechada al servicio del imperio.
Así de esta forma se tenia un control total, tanto del punto de vista administrativo, religioso, cultural y militar. A pesar de que otro elemento clave en el triunfo de este imperio fue que cuando establecían una nueva ciudad, no aglutinaba a toda la población en la ciudad, sino que les permitía vivir en núcleos aislados cerca de los campos de agricultura, en donde sólo se dirigían a la ciudad por motivos religiosos.
Muchos arqueólogos concurren en que la población Huari podría haber sobrepasado los cincuenta mil habitantes, aunque se cree que estos eran sino campesinos que concurrían en determinadas épocas para comerciar materias primas y productos elaborados, o también por motivos políticos o religiosos, por ser Huari capital del gran imperio. Por lo cual en específicas fechas del año se producía un fenómeno que hoy en día denominamos “población flotante”.
A pesar de todos estos avances tecnológicos, administrativos, arquitectónicos, etc. Un problema fue el control de territorios alejados de Ayacucho, para eso se crearon “Centros Provinciales”, algunos de estos fueron:
PIQUILLACTA: Centro administrativo y político más importante de la cultura Huari fortificado y que representa el urbanismo planificado. La forma de sus edificios es en algunos casos rectangulares y en otros, cuadrada.
PACHACÁMAC: En tiempos de Huari se convirtió en un centro religioso importante, llegando su influencia hasta Huancayo. Se trató de una pirámide escalonada compuesta de seis cuerpos.
HUIRACOCHAPAMPA: El material utilizado de construcción es arenisca blanca. Su plana es cuadrangular y atraviesa la ciudad una gran avenida amurallada. Los centros son grandes, hay galerías y calles. También hay canales subterráneos de agua
LAS RUTAS DE LA CULTURA WARI
Los caminos no fueron una invención de los Huari: se sabe que antes de ellos, otros pueblos como los Moche, por ejemplo, construyeron calzadas.
Por lo cual la construcción de caminos, una red planificada de caminos para unir y controlar los diferentes territorios de su imperio y poder además intercambiar objetos a larga distancia: el trueque. Los Huari construyeron también los caminos para unir los centros provinciales con los pueblos sometidos para realizar el trueque.

Los caminos que se construyeron en la época Huari, demuestran el desarrollo tanto arquitectónico, tecnológico, de esta cultura al construirlos, ya que permitieron el mantenimiento y perdurabilidad de las conquistas, ay que hubiera sido imposible mantener conquistas sin caminos que conectaran los distintos territorios.

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